Estados Unidos investiga en una 'segunda piel' para defender a sus soldados en una guerra biológica.

The U.S. Army

El traje de protección actual, el Joint Service Lightweight Integrated Suit Technology (JSLIST), es eficaz pero voluminoso. Por este motivo, se estudia la posibilidad de crear una prenda ligera capaz de detectar agentes químicos y biológicos para responder ante ellos. La U.S. Army Natick Soldier Research Development and Engineering Center está trabajando la protección químico-biológica de los soldados con una segunda piel que permita mantener a raya algunas enfermedades.

El traje de protección actual, el Joint Service Lightweight Integrated Suit Technology (JSLIST), es eficaz pero voluminoso. Incluye una capucha, tirantes, pantalones de cintura alta y chaqueta hasta la cintura, diseñada para usarse sobre uniformes de soldados. Pero... ¿y si en vez de colocar todas esas piezas sobre un uniforme los soldados pudieran ponerse una capa protectora de prendas ligeras y estar protegidos y listos para trabajar? Ese es el concepto de 'segunda piel' en el que están trabajando el Ejército e investigadores del MIT de la Universidad de Santa Barbara y el Air Force Civil Engineering Center (NSRDEC).


Imagen del Joint Service Lightweight Integrated Suit Technology.

¿Qué es la segunda piel?
La segunda piel es un tejido protector diseñado con un sustrato textil. El diseño utiliza geles de polímero sensibles y especies químicas para conseguir una tela capaz de detectar agentes químicos y biológicos, lo que dará lugar a una respuesta en forma de inflamación de los geles. "Como respuesta se cerrarán los poros de la materia textil," dice Ramanathan Nagarajan, científico investigador del NSRDEC, "impidiendo al agente químico o biológico la entrada. Durante este estado de protección, las amenazas serán inactivadas, permitiendo que la segunda piel vuelva a su estado normal". Un tejido de protección de respuesta instantánea tiene beneficios operacionales evidentes.  

"En este momento estamos imaginándolo como una capa de base para uno de nuestros uniformes", dice Paola D'Angelo, bioingeniera de investigación, que añade que la tecnología se puede adaptar a cualquier parte de un uniforme y posiblemente pueda quedar integrada dentro de éste. En su fase experimental actual, la segunda piel se contempla como una prenda interior integrada, que no supone impedimento alguno a la movilidad o comodidad del soldado. "La segunda piel es un tejido muy delgado," explica D'Angelo. De forma tentativa, según D'Angelo, la tecnología podría usarse para proteger el envasado de alimentos y otras aplicaciones. Si quieres saber más sobre amenazas, procedimientos, tecnologías y productos que afectan a las Fuerzas Armadas y de Seguridad no dejes de visitar el 'Observatorio HOMSEC'. Allí encontrarás numerosos temas para los interesados en la materia. (Jesús.R.G.)

Fuente: http://www.onemagazine.es

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