Artilleros de la Armada Argentina se adiestran en la montaña con el Ejército.


El Batallón de Artillería de Campaña Nº 1 participó del ejercicio “Capitán Crousellez II” junto a unidades de la VI Brigada de Montaña en el campo de instrucción “Pulmarí”, situado en el Departamento de Aluminé, a 300 kilómetros de la ciudad de Neuquén. 

El ejercicio estuvo organizado por la Brigada VI de Montaña del Ejército Argentino y tuvo como finalidad una instrucción a nivel unidad. Además, el Batallón de Artillería de Campaña N° 1 (BIAC) participó en calidad de invitado con obuses Otto Melara calibre 105 milímetros, sumándose al Grupo de Artillería de Montaña N° 6 (GAM 6). A lo largo de siete días, el BIAC tuvo la posibilidad de adiestrarse en un terreno diferente al que acostumbra, lo que significó un importante trabajo de planeamiento previo para transportar al personal y a todos los medios a utilizar. Los primeros movimientos se iniciaron con la ocupación de una zona de reunión de nivel Brigada, y desde ahí las diferentes unidades se movilizaron para ocupar sus posiciones principales, marchando la artillería hasta ocupar una zona más cercana a la montaña. Allí el GAM 6 desplegó sus tres baterías orgánicas y la batería de obuses 105 mm Oto Melara del BIAC, conformó la batería Delta agregada a dicha Unidad. 

Una vez instalados se llevaron adelante numerosas actividades operativas en técnicas y tácticas, como la selección de posiciones de tiro, ubicaciones de distintas zonas de reunión, marchas con en columnamiento táctico, reconocimientos, imparticiones de órdenes, ejercicios nocturnos de defensa, desarrollo de misiones de fuego (en seco) y, finalmente, los tiros reales con la batería. El jefe del escalón de fuego, Guardiamarina Rodrigo Córdoba, destacó la voluntad del personal que se fue adiestrando con el transcurso del año naval en las diferentes campañas, adquiriendo conocimientos y experiencias que pudieron poner de manifiesto efectuando los disparos. El trabajo conjunto con el Ejército también abarcó cuestiones logísticas relacionadas con la cocina y el reparto de alimentos para todos los efectivos desplegados en distintos puntos del terreno.

Durante la primera mitad del año cuatro Guardiamarinas del BIAC ya habían viajado hacia la zona para realizar un cursillo sobre procedimientos de observación de tiros, lo que les permitió llegar preparados para esta ocasión. Carlos Giménez, uno de ellos, dijo que “poner en práctica la teoría que habían visto significó un aprendizaje y una experiencia sumamente provechosa”. “El balance final fue más que positivo ya que conseguimos movernos en un ambiente geográfico muy interesante como lo es el de la montaña. Además, más allá de los tiros, pudimos trabajar en una operación real, formando parte de una Brigada durante el desarrollo de una operación retrógrada y en una operación ofensiva; brindándoles apoyo de fuego a los Regimientos de Infantería de Montaña. Todo el Batallón se desempeñó muy bien, participando activamente en las diferentes tareas que se presentaron”, destacó el segundo comandante del BIAC, Capitán de Corbeta Diego Gordillo. (Jesús.R.G.)


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