EE UU desafía a China al enviar un buque de guerra a aguas en disputa.

La Marina de Estados Unidos envió este lunes un buque de guerra a navegar en los alrededores de una islas artificiales construidas por el Gobierno de Pekín en el mar del sur de China, según funcionarios citados por medios de comunicación estadounidenses. El buque, equipado con misiles, navegó dentro de aguas territoriales reclamadas por Pekín. Supone uno de los mayores desafíos de Washington al creciente expansionismo chino en esa zona. El comandante Bill Urban, portavoz del Pentágono, declinó comentar sobre asuntos “específicos de la operación”, pero confirmó que EE UU “está llevando a cabo operaciones rutinarias en el mar del sur de China acordes a la ley internacional”. “Fuerzas de EE UU operan a diario en Asia Pacífico, incluido el mar del sur de China”, dijo a última hora del lunes en un comunicado remitido a EL PAÍS. 


El Gobierno chino, que considera la defensa de esos islotes una de las prioridades de su política militar, trata de establecer exactamente si el buque estadounidense entró dentro de lo que considera sus aguas territoriales. "Si es verdad, aconsejamos a EE UU que lo piense dos veces antes de actuar", ha declarado el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, durante la celebración de un seminario en Pekín. Wang instó a Washington a no actuar de manera imprudente y no crear problemas de la nada. Horas antes, la Casa Blanca y el Departamento de Estado habían defendido el derecho de EE UU a actuar.

“No tienes que consultar a ninguna nación cuando estás ejercitando tu derecho a la libertad de navegación en aguas internacionales”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, en una rueda de prensa. En los últimos meses, EE UU también ha justificado en la defensa de la libertad de navegación el envío de navíos militares al golfo de Adén, frente a la costa de Yemen. El buque estadounidense navegó dentro de un área a 12 millas náuticas de distancia de las islas Spratly, cuya soberanía también reclama Filipinas. EE UU ya navegó en esa área en 2012 pero entonces las islas no estaban construidas. Es la primera vez que lo hace desde el inicio del proceso de levantamiento de las islas a finales de 2013.

Las 12 millas de distancia determinan por ley el territorio marítimo de un Estado. Según la convención de ley marítima de la ONU, ese límite no es aplicable a islas levantadas sobre arrecifes previamente sumergidos, lo que lleva a EE UU a subrayar que cumple la ley. La primera potencia mundial teme que la segunda potencia tenga fines militares en la construcción de islas en aguas que reclaman desde hace tiempo media docena de países, y ubicadas en una concurrida y estratégica zona de tráfico marítimo comercial. Pekín esgrime que las islas tendrán principalmente objetivos civiles, pero también finalidades militares indefinidas. Con el envío del buque, EE UU busca mandar un mensaje de firmeza a China. El Gobierno de Barack Obama ha hecho del viraje a Asia una de sus prioridades geoestratégicas y ha criticado las reclamaciones marítimas chinas. La entrada del destructor en aguas en disputa llega un mes después de que se reunieran en Washington Obama y su homólogo chino, Xi Jinping. Xi dijo entonces que China no tenía “intención de militarizar” las islas.

En mayo, aviones estadounidenses sobrevolaron los alrededores de las islas pero sin penetrar el límite de 12 millas. En 2013, dos bombarderos estadounidenses volaron en otra zona que se disputan China y Japón. China también ha hecho movimientos provocadores: en septiembre buques chinos navegaron dentro del límite de 12 millas en los alrededores de unas islas estadounidenses y rusas frente a la costa de Alaska. Desde 2012 China ha incluido las islas en disputa en el mar del Sur de China, a distancias de hasta 1.300 kilómetros de la costa continental, en sus "intereses nacionales básicos". En mayo pasado anunció un giro en su estrategia militar para poner el énfasis en la modernización de su Marina y en la defensa de las aguas abiertas, no únicamente el territorio continental.

China se enfurece por la presencia de EE UU junto a sus islas artificiales
Como era de prever, Pekín ha reaccionado con furia a la incursión de un buque de guerra de la Marina de Estados Unidos en los alrededores de las islas artificiales en el mar del sur de China cuya soberanía reclama. El barco Lassen, equipado con misiles, entró en esas aguas “de manera ilegal” y fue “supervisado, seguido y advertido” por las fuerzas chinas, ha asegurado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores en Pekín, Lu Kang.El Gobierno chino “se opone de manera tajante a que cualquier país emplee la libertad de navegación y de sobrevuelo como pretexto para perjudicar la soberanía nacional y los intereses de seguridad de China”, subrayó Lu. 

Pekín “defenderá vigorosamente su soberanía territorial” y ha presentado ya su protesta ante EE UU tanto en la capital china como en Washington, declaró.Poco antes, el ministro de Exteriores, Wang Yi, había instado a Washington a “no actuar de manera imprudente y no crear problemas de la nada”. El paso del barco por la zona vuelve a elevar la tensión entre las dos grandes potencias en el mar del sur de China. Pekín se atribuye con un tono cada vez más firme territorio que se disputan media docena de países y ha acelerado la construcción de islas artificiales sobre arrecifes parcialmente sumergidos. Washington, que no cuenta con reclamaciones territoriales en la zona pero sí con numerosos intereses geoestratégicos, insiste en que no reconoce las exigencias de Pekín sobre aguas que considera internacionales y va a ejercer su derecho a la libre navegación en el área pase lo que pase.

En una rueda de prensa, el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, había declarado horas antes lo siguiente: “No tienes que consultar a ninguna nación cuando estás ejerciendo tu derecho a la libertad de navegación en aguas internacionales”. El buque estadounidense entró dentro de un área a 12 millas náuticas de distancia de las islas Spratly, cuya soberanía también reclama Filipinas. EE UU ya navegó en esa zona en 2012, pero entonces las islas no estaban construidas.Las 12 millas de distancia determinan por ley el territorio marítimo de un Estado. Según la convención de ley marítima de la ONU, ese límite no es aplicable a islas levantadas sobre arrecifes previamente sumergidos, lo que lleva a EE UU a subrayar que cumple la ley.Pero el Gobierno chino considera desde 2012 esos islotes, así como las Paracel y los bancos de Scarborough, parte de sus “intereses nacionales básicos”, al mismo nivel que Tíbet o Taiwán. 

La rápida modernización de su Marina, convertida en una de sus grandes prioridades estratégicas, tiene como fin, entre otras cosas, defender ese territorio en caso de conflicto. Y en 18 meses, según EE UU, ha construido más de 800 hectáreas de terreno, más que el resto de los países reclamantes juntos.Pekín asegura que sus trabajos tendrán fines civiles, como la pesca o la observación meteorológica, pero también ha admitido que contarán con fines militares. Washington, que bajo la Administración Obama ha hecho de la vuelta a Asia Pacífico una de las prioridades de su política exterior y de defensa, teme que China tenga como principal motivación esos fines militares, en una de las zonas con mayor tránsito marítimo comercial del mundo. Anualmente la atraviesan unos 50.000 barcos, y el 80% de las importaciones chinas y japonesas pasan por allí.El Gobierno en Pekín insiste en que nunca dará pasos para perjudicar esa libre circulación. 

“Bienes por valor de billones de dólares circulan anualmente por esa zona. El mar del sur de China es vital para el comercio global y el desarrollo del país. Pekín no tienen ninguna razón para crear problemas que puedan bloquear una de sus propias arterias comerciales”, sostiene este martes la agencia oficial china, Xinhua.La entrada del barco Lassen en aguas en disputa llega un mes después de que se reunieran en Washington Barack Obama y su homólogo chino, Xi Jinping. Xi dijo entonces que China no tenía “intención de militarizar” las islas.En mayo, aviones estadounidenses sobrevolaron los alrededores de las islas pero sin sobrepasar el límite de 12 millas. En 2013, dos bombarderos estadounidenses volaron en otra zona que se disputan China y Japón. China también ha hecho movimientos provocadores: en septiembre, buques chinos navegaron dentro del límite de 12 millas en los alrededores de unas islas estadounidenses y rusas frente a la costa de Alaska.(Jesús.R.G.)


Puedes seguir todas mis noticias a traves de mis paginas Twitter y Facebook    

Comentarios