La
ayuda humanitaria que obligó a los militares estadounidenses a volver a
Irak puede resultar más costosa y prolongada de lo que anuncia la Casa
Blanca, afirma el experto del centro estadounidense Consejo de
Relaciones Internacionales (CFR), Micah Zenko. En un material titulado. El resbaloso camino de las intervenciones
estadounidenses, publicado en la revista Foreign Policy, Zenko compara
la situación actual en Irak con la política estadounidense en Libia en
2011. El experto recuerda lo dicho por el presidente de EEUU, Barack
Obama, de que la intervención armada en Libia se había ampliado más allá
de lo previsto. Zenko afirma que esas palabras pueden crear dudas
acerca de los verdaderos motivos y propósitos de la actual misión
estadounidense en Irak. Cuando el 7 de agosto Obama dijo que EEUU acude en ayuda, varios
politólogos señalaron la ambigüedad de los propósitos de Washington en
Irak.
"Ahora EEUU utiliza nuevamente sus fuerzas con el objetivo de
proteger las fuerzas y enviar ayuda humanitaria, pero aparentemente sin
una estrategia coherente que permita fijar el plazo y las condiciones
del fin de la operación", dijo Zenko en su artículo. Aunque el secretario de Estado John Kerry afirma que el presidente no excluye ninguna opció", la Casa Blanca se concentra, según Zenko,
en una intervención limitada, pues fuentes de la administración
aseguran que Obama no quiere "emprender un camino resbaloso". "Pero cuando EEUU interviene militarmente en otro país, no puede
determinar cuán resbaloso y escarpado resultará ese trillo. Se puede
sacar dos conclusiones de la actividad de EEUU en Irak: serán salvadas
las vidas de algunos habitantes del país y la operación militar tendrá
mayor magnitud y duración de la que declaran ahora los representantes de
la administración", afirma el politólogo.
Desde la semana pasada EEUU bombardea desde el aire las posiciones de
los terroristas del Estado Islámico (EI) y arroja desde aviones ayuda
humanitaria en diferentes regiones del país. Anteriormente el presidente
Barack Obama ordenó comenzar una ofensiva para defender del genocidio
la minoría étnica de kurdos yazidíes y evitar que los extremistas tomen
la ciudad kurda de Erbil, donde se encuentra un consulado
estadounidense. El EI, que hasta hace poco combatió en Siria, en junio pasado atacó
territorios del norte y el oeste de Irak. Se le unieron suníes iraquíes,
exmilitares del ejército de Sadam Husein y grupos terroristas pequeños. La seguridad de los habitantes de la región que no profesan el islam
se encuentra en peligro desde el pasado 29 de junio, cuando el EI
proclamó un califato islámico en los territorios de Siria e Irak que
controla. (Jesús.R.G.)
Fuente: http://sp.ria.ru/
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