En los últimos años, el Pentágono ha reducido significativamente su despliegue militar en Europa con el objetivo de ahorrar dinero y liberar medios para sus operaciones en Irak y Afganistán y el resto del mundo. De los más de 250.000 soldados que llegó a haber durante el periodo álgido de la Guerra Fría, ahora son escasamente 80.000. Ha retirado cazas de Italia y aviones de ataque A-10 de Alemania. Sin embargo, no ocurre lo mismo con España. Todo lo contrario. La importancia geoestratégica de nuestro país ha
traído consigo el aumento de los efectivos estadounidenses en suelo
español y la inclusión de nuevas e importantes unidades de combate en
las dos bases militares de utilización conjunta, la aeronaval de Rota
(Cádiz) y la aérea de Morón de la Frontera (Sevilla).
En el primer caso, se refiere al
despliegue de 4 destructores de la US Navy dotados con sistema de
combate AEGIS y unos 1.100 militares, como parte del proyecto de defensa
contra misiles balísticos de la OTAN; y en el segundo, la inclusión de
una fuerza de reacción rápida para hacer frente a cualquier contingencia
en el Continente africano. Más que nunca, España es un aliado vital
para Washington.
Así lo reconoció el 5 de junio el secretario de Defensa
estadounidense, Chuck Hagel, a su homologo español, Pedro Morenés,
cuando se vieron en Bruselas con motivo de la reunión de la Alianza
Atlántica. Elogiamos a España por su apoyo crítico en respaldo de un
número de prioridades de seguridad nacional de Estados Unidos, por su
papel como aliado de la OTAN y apreciamos el apoyo y sacrificios en
Afganistán, dijo. En sus palabras, el jefe del Pentágono hizo una
especial mención a la Base Aérea de Morón –conocida por los aviadores
por sus códigos internacionales LEMO y OZP–, una instalación utilizada
por los militares de Estados Unidos desde la firma de los primeros
acuerdos de defensa, en 1953, y que, tras distintas vicisitudes, ha
incrementado en los últimos años su valor estratégico para Washington
como base logística, que permite un rápido despliegue a prácticamente
cualquier parte del mundo. Construida en plena II Guerra Mundial (1941),
a 56 km. al Sudeste de Sevilla, ha sido activada por el Pentágono en
casi todas las crisis mundiales importantes, desde la de Cuba, hasta la
operación sobre Libia.
Actualmente es la única de las tres bases aéreas
que ha tenido la USAF (US Air Force) en España que sigue con presencia
militar estadounidense, ya que progresivamente abandonaron las otras
dos, Torrejón, cerca de Madrid, y Zaragoza. Quizá
Morón sigue siendo importante para Estados Unidos porque, entre otras
cosas, cuenta con una de las pista de despegue y aterrizaje más grandes
de Europa, una de las razones por las que la NASA la seleccionó como
aeropuerto alternativo del programa de transbordadores espaciales, lo
que implicaba que sea puesta en alerta en cada vuelo.
Por otro lado,
para el Ejército del Aire español es una instalación relevante, con más
de 1.500 efectivos, pero, quizá, no de las principales. Basta señalar
que optó por destinar en ella los cazas Eurofighter Typhoon y no los
F-18, que han sido los únicos desplegados por España hasta ahora en
misiones internacionales, desde los Balcanes a Libia. Los Hornet están
en Torrejón (Ala 12), Zaragoza (Ala 15) y Gando, en Canarias (Ala 46).
Morón es base, asimismo, del Grupo 221 de Lockheed P-3M Orion de
patrulla marítima que, por el contrario, si han participado en numerosas
operaciones en el Mar Rojo, el Golfo de Adén y el Cuerno de África.
Ancla en el Atlántico
Desde
el día que el Pentágono comenzó a estudiar dónde quería tener bases
aéreas en España, Morón estuvo en la lista de imprescindibles, a pesar
que en los años cincuenta estaba anticuada y era poco moderna, en
comparación con Torrejón de Ardoz y Zaragoza. En 1958, los primeros
bombarderos estadounidenses B-47 y los aviones cisterna KC-97 tomaron
tierra en Morón y, poco después, los mejores cazas del momento, los
F-100 Super Sabre, al mando del entonces teniente coronel Chuck Yeger. A
partir de 1963, durante la guerra de Vietnam, se despliegan los
primeros KC-135 como parte del Mando Aéreo Estratégico, que permitían
mantener en vuelo los B-52 con bombas nucleares, y desde entonces ha
sido una base de referencia para el estacionamiento de aviones cisternas
con los que ampliar el radio de despliegue y acción de las Fuerzas
Armadas estadounidenses.
Durante los años setenta, Morón fue
designada como Base de Apoyo Primaria por Washington y su estructura e
instalaciones se estabilizaron en unas 400 personas. En 1994, como
consecuencia de las reducciones en Europa, el Pentágono recurrió de
nuevo a Morón para que asumiera la responsabilidad de apoyar a todas las
unidades de la USAF en España, Italia y Grecia. En 2003, como
consecuencia de la operación que culminó con el derrocamiento de Sadam
Husein, más de 7.000 soldados pasaron por sus instalaciones, el tránsito
más grande de militares desde la II Guerra Mundial. En 2006 llegó a
gestionar un total de 966 vuelos y, en 1999, a raíz de la operación
aérea sobre Kosovo, se convirtió de nuevo en la base de aviones
cisternas más grande e importante del momento.
Cartel de entrada en la base en 1960.
En
2009, el Mando de Movilidad Aérea del Pentágono analizó las necesidades
futuras de despliegue en un extenso informe llamado Estrategia de Rutas
Globales, en el que definió las instalaciones en el extranjero que
serían claves para soportar las operaciones militares del siglo XXI, con
el horizonte de 2025. El documento recomienda colocar a Rota en el
nivel de máxima prioridad, junto a las de Ramstein y Hickman, y mantiene
a Morón en un tercer nivel de importancia. La base de Rota, junto con
Morón AB –dice el informe–, representan el ancla de la ruta central
Atlántica (…). La base de Morón representa una capacidad tremenda, con
la rampa de aparcamiento más grande del teatro de operaciones y sin
restricciones por ruido u otras amenazas. Por eso, recomendamos que
continúe en el tercer nivel. Para mejorar sus capacidades, recomendamos
que Morón regrese al status de poder operar 24/7 al menos durante la
temporada turística. Con ello –operaciones ilimitadas en Morón–, señalan
los estrategas militares estadounidenses, el Pentágono se asegurará
poder dividir el tráfico que pasa por la península ibérica –6.000 vuelos
anuales– entre las dos bases con que cuenta en suelo español y gozar
siempre de esa capacidad, independientemente de contingencias
inesperadas.
Soldados estadounidenses en la base de Morón
El pasado 19 de abril, el Gobierno de Mariano Rajoy
autorizó el despliegue de 500 infantes de Marina y 8 aviones
estadounidenses en Morón para operaciones de respuesta a situaciones de
crisis en el Norte de África, con el objeto de proteger ciudadanos,
instalaciones y personal destinado en la región. La decisión revaloriza,
claramente a Morón y confirma su creciente valor militar. Morenés
justificó la autorización como necesaria para garantizar la seguridad de
los ciudadanos norteamericanos en la zona de África y el Sahel, una
región vital también para la seguridad de España. A priori nosotros
estamos convencidos de que la estrategia allí es también para nuestra
seguridad, y en eso les agradecemos a los norteamericanos que amplíen de
alguna manera su campo a esa estabilidad general y no solamente a la
propia seguridad de sus ciudadanos, explicó Morenés al término de su
encuentro con Hagel. Sin embargo, fue cauto respecto a otra clase de
misiones. Cualquier otro tipo de operaciones que se pudieran plantear de
estabilidad en cualquier otro sitio utilizando la base de Morón por
parte de Estados Unidos se verán más adelante. Las comentarán con
nosotros. Ya veremos, precisó el ministro de Defensa español, sin dar
más detalles.
Fuerza de Tarea de Respuesta
La
decisión del Pentágono de desplegar la Fuerza de Tarea de Repuesta de
Crisis de Marines Aire-Tierra con Propósito Especial (SP-MAGTF) en Morón
ha causado una cierta sorpresa por haberse elegido la base española, ya
que para muchos el lugar ideal hubiera sido Aviano, en Italia,
instalación mucho más importante, más cercana a la supuesta zona de
operaciones y por contar con más medios de mando y control y de apoyo en
general. En su favor, Morón ha sido utilizada como base de proyección
con profusión en el pasado y, por tanto, está preparada para alojar sin
problemas este tipo de agrupaciones. La SP-MAGTF, al mando del coronel
James Christmas, que se hizo famoso al reconocer que había recibido
órdenes de estar preparado para ocupar la sede central de Facebook en
Menlo Park (California) en caso necesario, estuvo operativa el 12 de
mayo, nada más llegar sus 500 marines y marineros (la mitad personal de
combate y el resto de apoyo y logística), así como 6
aviones-helicópteros MV-22B Osprey y 2 KC-130J para reabastecimiento en
vuelo.
El componente principal de la agrupación, capaz de operar
independientemente, al contar con fuerzas terrestres, aéreas y elementos
logísticos, proviene de la 2ª Fuerza Expedicionaria de Marines, con
base en Camp Lejeune y posicionada de forma temporal y rotatoria en
Morón. La unidad está prepara para ser activada en un plazo máximo de
seis horas y desplazarse en otras tres a casi 1.500 km. de distancia. Ya
ha completado un record, pues hasta ahora ningún MV-22B Osprey, que
permite la inserción de fuerzas especiales y comandos de asalto
prácticamente en cualquier situación, había cruzado el Atlántico sin
parar, gracias al reabastecimiento en vuelo con aviones cisternas. Una
semana después de su activación, el 19 de mayo, un destacamento de 200
de los 500 militares fue trasladado a Singonella (Sicilia) tras aumentar
el nivel de riesgo, como consecuencia de un nuevo atentado con coche
bomba en Bengasi. Esta Fuerza de Tarea está bajo las órdenes del
general David Rodríguez, jefe del Mando para África del Pentágono
(AFRICOM) conjunto, cuya sede se ofreció instalar en España
–concretamente en Rota–, pero que finalmente se encuentra en un base
aérea en Stuttgart.
Según explicó el mayor Zane Crawford, jefe operativo
de la SP-MAGTF, sus hombres están preparados para dar respuesta a
crisis inesperadas. Podemos desplegarnos rápidamente para apoyar
misiones diversas, como reforzar embajadas, recuperaciones de aviones y
evacuación de militares y no combatientes, explicó Crawford a medios
norteamericanos. La inclusión de la fuerza expedicionaria estadounidense
–la segunda unidad operativa que se despliega en España, tras los
cruceros AEGIS, en muchos años– se basa en la aplicación del artículo
18.5 del Convenio de Defensa vigente entre Estados Unidos y España y que
permite este incremento de la presencia militar de Washington de forma
excepcional y siempre que se solicite de forma razonada y detallada.
Gráfico del Libro Blanco sobre Estrategia de Rutas Globales del
Comando de Movilidad Aérea del Pentágono, que muestra las bases más
importantes en Europa e incluye a Morón
Hagel
lo pidió por escrito en carta enviada a Morenés el 9 de abril. España
–dice el Convenio– podrá autorizar aumentos temporales sobre el nivel de
fuerzas acordado para cada base, así como cambios en la naturaleza de
estas. Fija un techo de 500 militares en Morón, que hasta ahora no se
cubría, y permite el despliegue temporal en España de hasta 900 marines.
El Gobierno español considera que este aumento de personal militar
estadounidense no requiere la autorización del Congreso –como si se hizo
en cambio con la instalación en Rota del componente naval del escudo de
antimisiles– por ser temporal, aunque algunos no coinciden con este
criterio, por entender que pueden ser utilizados por el Pentágono en
África para operaciones ofensivas, que no tengan nada que ver con el
rescate de ciudadanos norteamericanos. Al principio, la duración del
despliegue en Morón era de aproximadamente de un año y últimamente
fuentes del Ministerio de Defensa español han modificado ligeramente el
discurso para hablar de al menos un año.
Por su parte, Estados
Unidos ha sugerido que buscará una ubicación definitiva en suelo
africano –donde ya cuenta con tres bases permanentes–, algo que no
parece fácil. Fuentes diplomáticas españolas han resaltado que no se
pondrían objeciones si, al final, los marines se quedan en Morón y el
despliegue operativo –es decir, sin familias– se convierte en
definitivo, lo que podría traer consigo más inversiones y beneficios
para la zona. El presidente del comité de empresa de la base, José
Armando Rodríguez, ha mostrado dudas sobre que el despliegue mejore
sustancialmente la actual situación laboral, muy deteriorada tras la
decisión de la firma estadounidense VBR –adjudicataria del contrato de
mantenimiento de Morón– de prescindir en 2010 de 119 de los 594
trabajadores. Se especula, incluso, sobre la posibilidad de un nuevo
expediente de empleo para 2014, que podría afectar a otras 144 personas.
Infantes de Marina descansando en la base aérea, tras cruzar el Atlántico
Según los telegramas publicados por WikiLeaks, la Embajada de
Estados Unidos en Madrid resaltó en octubre de 2001 al Pentágono que el
conflicto laboral en Morón ponía en peligro las prometedoras relaciones
entre ambos países (en este caso entre Zapatero y Obama), porque se
podría considerar un insulto. Los documentos revelan incluso que el
entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba –líder del PSOE
en la oposición en la actualidad– llamó personalmente a la Embajada para
preguntar por qué no era posible atender a las demandas sindicalistas.
Los diplomáticos advertían que, si no se hacían concesiones, el Gobierno
español podría endurecer su posición sobre las bases y exigir que
Estados Unidos pagara los impuestos locales o poner en peligro la
autorización de peticiones especiales para hacer frente a necesidades
operativas.
Escuadrón 496 y vigilancia del espacio profundo
El
Escuadrón 496, más conocido como Los matadores, es la unidad de la USAF
estacionada en la base aérea de Morón con la misión de mantener la
instalación preparada para servir de base operativa, de cara a la
proyección del poder aéreo o espacial del Pentágono, incluido
operaciones de tránsito logístico y de mantenimiento y supervisión de
todo tipo de unidades aéreas militares. Desde hace años, está bajo el
mando del Grupo Operativo 96º, con sede en la Base Aérea de Ramstein
(Alemania) y en la actualidad incluye unidades del Mando de Movilidad
Aérea y del Mando Espacial –el Destacamento 4, especializado en la
supervisión del espacio profundo–, así como del Mando para África, con
la agrupación de 500 marines recientemente desplegados. Hay unos 150
militares estadounidenses de forma permanente –más el personal civil
local de apoyo– y unas excepcionales instalaciones para albergar
soldados y material en tránsito. Cuenta con la pista de aterrizaje
más larga de Europa a disposición de la USAF y una zona para
almacenamiento de material y aviones de más de 48,7 millones de m2.
El
área estadounidense cuenta con todos los servicios de apoyo para los
familiares de los militares desplegados, desde su propio colegio, hasta
segundo grado de la ESO, viviendas, teatro, gimnasio y un pequeño
destacamento de la US Navy, que coordina las operaciones que se llevan a
cabo con la base de Rota, con la que, entre otras cosas, le une un
oleoducto construido por Estados Unidos, para no tener problema de
combustible. Por ejemplo, a partir de finales mayo, el Escuadrón 496, al
mando del teniente coronel Dan Furleigh, tuvo que gestionar un aumento
importante del tráfico aéreo, como consecuencia del cierre durante 35
días de la pista de Rota para reparaciones y mejoras. Normalmente, ésta
recibe de media el 30 por ciento de las misiones de C-5 Galaxy y C-17 Globemaster III los aviones de transporte militar más grandes con que
cuentan los norteamericanos– que se realizan a nivel mundial un día
cualquiera.
Una de las capacidades menos conocidas, pero no por ello
poco significativa, que aporta Morón al Pentágono es su contribución al
sistema de Vigilancia Electro-Óptica del Espacio Profundo Basado en
Tierra (GEODSS), cuya finalidad es vigilar y controlar todos los objetos
construidos por el hombre que orbitan alrededor de la Tierra. Algunos
cálculos estiman que existen más de 10.000, desde satélites espías hasta
basura espacial. El Centro del Control del Espacio, dependiente del
Mando Estratégico de Estados Unidos, es responsable de su seguimiento e
identificación, una misión cada vez más relevante, por la creciente
militarización del espacio exterior. Su principal objetivo son los más
de 2.500 objetos, incluidos los satélites geoestacionarios de
comunicación, que orbitan en el denominado espacio profundo.
Instalaciones de la base
El
sistema es responsabilidad del Escuadrón de Vigilancia Espacial 18º
(18th SPSS) de la USAF, que cuenta con telescopios instalados en cuatro
centros operativos en las bases de Socorro (Nueva México), Maui (Hawai),
Diego García (Oceánico Indico) y Morón. Esto quiere decir que ésta es
la única instalación que forma parte del GEODSS situada fuera de Estados
Unidos (se intentó otra en Corea del Sur, pero al final se desestimó) y
es vital para asegurar la cobertura completa (24 horas al día, 7 días a
la semana, los 365 días al año) al ser la única en el Mediterráneo,
entre Estados Unidos y el Pacífico. Operativo desde febrero de 2000, el
GEODSS es capaz de identificar y seguir objetos tan pequeños como una
pelota de baloncesto a más de 32.000 km. de la Tierra a través de
telescopios, cámaras de TV que trabajan con poca luz y sofisticados
ordenadores. Respecto a España, el Pentágono inspeccionó las
posibilidades de Morón en 1996 y dos años después pidió autorización al
Gobierno español para establecer en ella el Destacamento Nº 4 del 18th
SPSS.
La base era perfecta por estar situada en una zona abierta con
poco contaminación lumínica y suficientemente alejada de centros urbanos
importantes. No se puede decir que el sistema Moron Optical Space
Surveillance (MOSS) sea secreto, porque se reconoce oficialmente su
existencia, pero nunca ha sido mostrado en público o fotografiado.
Diseñado como un sistema transportable, se basa en un potente telescopio
de 56 cm. Ritchey-Chrétien –lo que lo convierte en uno de los más
sofisticados que existe en el territorio peninsular– y el contrato para
la construcción de la instalación fue adjudicado a Northrop Grumman en
2003 por 12,5 millones de dólares de entonces. Es
difícil valorar exactamente el trabajo de MOSS por falta de
documentación oficial, más allá de resaltar, como ya se ha hecho, que es
la única instalación de este tipo que existe fuera de Estados Unidos,
aparte de conocer su misión oficial: detección, seguimiento e
identificación de todos los objetos construidos por el hombre que
existen en el espacio; facilitar el seguimiento de satélites; búsqueda
de cualquier objeto espacial desde la atmosfera de la Tierra hasta más
allá de las órbitas geosincrónicas y contribuir a la actualización
constante del llamado Catálogo de Identificación de Objetos Espaciales
(SOI), vital para la ejecución de los programas espaciales de
Washington.
Según documentos oficiales del Mando Espacial del Pentágono
desclasificados a principios de esta década, la información obtenida
desde Morón representaba el 6,8 por ciento de todos los seguimientos de
objetos en el espacio profundo que realizaba la USAF, y el 8,7 de
satélite geosincrónicos, entre los que se incluyen los conocidos como satélites espías.
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Fuente: http://www.defensa.com/
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