Washington negocia con Seúl la gestión de sus tropas en Corea del Sur para el periodo 2014-2018.

EEUU y Corea del Sur  abordan la segunda ronda de negociaciones en lo que va de mes para definir los costes y términos de albergar a las USFK (denominación con la que se conocen a las tropas de EEUU desplegadas en Corea del Sur) en el periodo comprendido entre  2014 y 2018. En estos momentos, unos 28.500 soldados norteamericanos se encuentran desplegados en la península coreana. Según la agencia  de noticias Yonhap, Washington espera que Seúl aumente su contrapartida hasta el 50%, sabiendo de la enorme capacidad de disuasión que, sobre todo este año ante la escalada de tensión en la península coreana, ha tenido la presencia de las tropas de EEUU en la zona. 
 
Los duros recortes presupuestarios que está llevando a cabo la administración de Obama en las partidas de Defensa, hacen presagiar que Washington no cederá ni un ápice en la negociación. Hasta este momento, y progresivamente desde 1991, Seúl ha ido sufragando los gatos de mantener a las tropas de EEUU en su territorio, hasta llegar a cubrir en 2013 un 40% del coste total de la presencia norteamericana en suelo surcoreano. Según fuentes de la agencia  Yonhap, es posible que las negociaciones se alarguen hasta el mes de octubre. El SMA es el acuerdo que regula la gestión del uso compartido de esta Fuerza de Defensa, que se revisó en 2008 por ambas partes, comprometiéndose Seúl a incrementar el gasto dedicado en esta partida según la inflación correspondiente a cada año. Sólo en 2012, el gobierno surcoreano destinó los 726 millones de dólares la inversión en el mantenimiento de las tropas de su mejor aliado militar.

Negociación en un momento histórico
Estas conversaciones llegan en un contexto marcado por la celebración, el próximo 27 de julio, de la conmemoración del 60º aniversario del fin de la Guerra de Corea del Norte. Además, y por primera vez en la historia, el presidente Barack Obama se desplazará hasta la capital de Corea del Sur para dar un discurso en este simbólico día para el pueblo coreano. Será la primera vez que un presidente de Estados Unidos acuda a esta ceremonia, coincidiendo con el año de mayor tensión que se recuerda desde la guerra de los años 50 en la península coreana. 
 
Además, el presidente estará acompañado por varios representantes del gobierno, entre los que destaca la figura del embajador estadounidense ante Seúl, Sung Kim; el general James Thurman, comandante de las Fuerzas de EE.UU. en Corea del Sur; James Zumwalt, subsecretario de Estado adjunto para los Asuntos de Asia Oriental y el Pacífico; David Helvey, subsecretario adjunto de Defensa para Asia del Este; y el general David Stilwell, subdirector de políticas y planes estratégicos para Asia del Estado Mayor Conjunto. 
 

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