Campañas de exportación, “Eurofighter” compite por ser el mejor.


Todavía recuperándose de la indigestión producida por la pérdida de la campaña india, la gran apuesta del consorcio Eurofighter para retrasar el cierre de su cadena de producción se centra en el concurso de adquisición de unos 60 cazas que abrió Corea, así como en otros internacionales menos importantes. Conseguir exportarlo se vuelve fundamental en estos momentos de crisis, ya que permitiría sustentar una industria militar ya muy tocada por los recortes presupuestarios. Repasaremos a continuación la situación del consorcio europeo en esas competiciones internacionales. El Eurofighter Typhoon es un avión caza de generación 4.5, bimotor, con configuración de ala delta y canard, con características multidisciplinares, como superioridad aérea, ataque aire-tierra e intercepción. De hecho, la Agencia de Evaluación e Investigación en Defensa del Reino Unido sitúa al Eurofighter como el segundo mejor caza actual, sólo por detrás del F-22 Raptor, pero por delante del F-35 Lightning II de quinta generación estadounidense. Es también un avión más moderno en diseño que otros cazas de generación 4.5, como el Dassault Rafale francés o el F-18 Super Hornet, y se le considera en muchos ámbitos como el mejor caza multifuncional en servicio. 

Hay que reconocer que este tipo de comparaciones es siempre difícil, dado que las intenciones de diseño son, a veces, muy dispares. A pesar de sus excelentes prestaciones en vuelo y avanzada aviónica, el Eurofighter es también el fiel reflejo del retraso de la industria europea en la tecnología de baja detectabilidad al radar, frente a sus homólogos norteamericanos coetáneos. El Eurofighter cuenta actualmente 571 unidades bajo pedido y hasta 719 según contrato, lo que le convierte con diferencia en el mayor programa militar europeo, proporcionando empleo a más de 100.000 personas en 400 empresas. Desde su entrada en servicio, en 2004, se han entregado más de 350 Eurofighter Typhoon a seis naciones: Alemania, Reino Unido, Italia, España, Austria y Arabia Saudí. Actualmente, es el más moderno caza europeo y está en 20 unidades operacionales y ha completado ya más de 170.000 horas de vuelo a nivel mundial. Está diseñado para una vida operativa de 30 años y ya ha acumulado un record mundial de seguridad en vuelo en relación a otros cazas más modernos, como el F-22. A pesar de estos datos, el Eurofighter sigue evolucionando técnicamente para mantenerse joven y competitivo en los numerosos concursos internacionales que han surgido en los últimos años.

Quizá el lifting más significativo que ha sufrido el avión ha sido la decisión de incorporarle un radar AESA (Active Electronically Scanned Array). La compañía ha desarrollado una nueva generación de módulos transmisor/receptor que aportan a los nuevos sensores de barrido electrónico activo de tipo AESA una potencia nunca alcanzada hasta ahora. Con ello mejora de forma sostenible las capacidades multimodales y multitárea de la antena, además de reducir considerablemente los costes de producción. Los radares basados en la tecnología AESA pueden desempeñar varias funciones de manera prácticamente simultánea, a diferencia de los convencionales. La energía de transmisión se genera directamente en la antena, por un gran número de módulos transmisor/receptor (TRM), en lugar de un emisor central sensible y sujeto a fallos. Pero los retoques al avión son continuos. 


Cassidian, por ejemplo, ha desarrollado a finales de 2012 un sistema de planificación de misiones asistido por ordenador de los cazas Eurofighter de la Fuerza Aérea alemana, que garantiza la sincronización en tiempo casi real y totalmente segura de todos los datos pertinentes, antes y después de una intervención. Es necesario para planificar las trayectorias e intervenciones seguras de los aviones, para representarlas en cartas digitales y mantener la comunicación con los mandos militares. Tiene en cuenta los movimientos de aeronaves civiles, los datos meteorológicos o las eventuales amenazas existentes a lo largo de la trayectoria. Los eventos acaecidos durante la intervención se registran para su análisis posterior. De esta forma, se consigue dar un valor añadido a la plataforma de combate, acercándola más a las capacidades de los cazas de quinta generación y que ayuda, sin lugar a duda, a hacerlo más competitivo en los concursos internacionales.

Histórico de campañas de exportación 
El consorcio Eurofighter lleva ya varios años intentando exportar el avión a terceros países con cierto éxito. Austria, por ejemplo, decidió en 2002 adquirir 18 unidades, además de paquetes adicionales de entrenamiento de pilotos y equipos de tierra, logística, mantenimiento y un simulador. Finalmente, debido a problemas presupuestarios, el pedido se redujo en 2007 a 15 unidades, cuya entrega se completó en 2010 por un importe total de 1.700 millones de euros. Desde entonces, la Fuerza Aérea austriaca ha acumulado la no despreciable cifra de 5.000 horas de vuelo y ya ha empleado el Eurofighter en varios eventos significativos como principal arma de defensa de su espacio aéreo. Si bien el concurso se ha visto empañado en los últimos meses ante de la sospecha de que miembros del Gobierno y de las Fuerzas Armadas austriacas recibieran comisiones por seleccionar el caza europeo. 

El Parlamento de esa nación está investigando actualmente dicho proceso de decisión y ha declarado que devolvería los aviones si finalmente se confirmara que el concurso no fue adjudicado de forma honesta a la mejor propuesta. Por ahora habrá que esperar para confirmar si Austria sigue siendo un cliente de exportación o no. En 2007, Arabia Saudí también confirmó la adquisición de 72 unidades por un total de 8.000 millones de euros, que ya han comenzado a entregarse. Este magnífico contrato permitió a Reino Unido evitar la compra de 16 unidades y traspasárselas directamente a ese país, lo cual supuso un enorme alivio para sus arcas, que ya comenzaban a resentirse del enorme gasto militar realizado en años anteriores. No puede sino calificarse 2011 como Annus Horribilis para el consorcio Eurofighter. A finales de noviembre de 2011, Suiza hacía pública su decisión –ahora cuestionada– de adquirir 22 Saab JAS39E/F Gripen NG para sustituir a sus F-5 Tiger, después de descartar las modernización de éstos debido a su excesivo coste. La decisión helvética sentó como un jarro de agua fría, tanto a Dassault, que competía con el Rafale, como a Eurofighter, que esperaba que se uniera a sus vecinos más afines (Austria y Alemania) en el uso de este caza de generación 4.5.

El siguiente revés para Cassidian sucedió a finales de diciembre de 2011, cuando Japón confirmó la selección de 42 F-35A Lightning II, a pesar de que algunas semanas antes anunciara que el Eurofighter era un serio candidato. A posteriori, estas manifestaciones se han interpretado como un aviso al Gobierno norteamericano para que rebajara el precio. Parece, no obstante, que Tokio tampoco va a estar exento de problemas por su decisión. Precisamente, a finales de febrero de 2012, el Pentágono optó por retrasar la entrega de 179 F-35, con el fin de ahorrar unos 15.000 millones de dólares en los próximos años. El problema se ha propagado hasta Japón como un maremoto, pues puede suponer que tampoco reciba los primeros 4 F-35 en marzo de 2017, como estaba planeado. Y los aviones tampoco tendrían el precio acordado de 120 millones de dólares por unidad, ya que el retraso lo incrementaría. Al no cumplirse ni plazo ni presupuesto, el Gobierno amenazó incluso con cancelar el pedido y comenzar de nuevo el concurso de selección. Sin embargo, las aguas parecieron volver a su cauce, ya que en verano de 2012 se ratificó oficialmente el contrato.


La otra gran decepción de Cassidian ha sido el concurso internacional lanzado por la India en 2007 para adquirir 126 cazas de última generación, bajo el programa Medium Multi Role Combat Aircraft (MMRCA). Al proceso se presentaron seis candidatos: el MiG-35 ruso, el F-16 Falcon de Lockheed-Martin, el F-18 Hornet de Boeing, el Saab Gripen sueco, el Rafale francés de Dassault y el Eurofighter Typhoon. Tras un largo y tedioso proceso de selección, retrasado a menudo por la existencia de elecciones, el Ministerio de Defensa indio seleccionó en noviembre de 2011 como los dos finalistas a los dos últimos. A finales de enero de 2012, el Gobierno confirmaba finalmente que optaba de 126 Rafale para su Fuerza Aérea, por un importe de 10.400 millones de dólares y cuya firma oficial se espera inminentemente. Según el contrato, los primeros 18 serán importados y los 108 restantes se ensamblarán en las plantas de la corporación aeronáutica india HAL (Hindustan Aeronautics Limited) y obligará al fabricante francés a invertir la mitad del importe en la producción local.

La selección del caza francés, que ya había sido rechazado por Singapur, Corea del Sur, Arabia Saudí, Marruecos y los Emiratos Árabes Unidos, ha supuesto un fuerte golpe a las esperanzas del consorcio Eurofighter, ya que desde el punto de visto técnico supera con holgura a su rival francés. Sin embargo, el Gobierno galo ha materializado un precio tan bajo que las autoridades indias no han sopesado el resto de criterios. Aún así, se han hecho públicas varias desavenencias entre ambas administraciones sobre los detalles del contrato y el grado de transferencia tecnológica e industrial que recibirá el cliente. Ante estas peleas, Eurofighter sigue de cerca el detalle de las negociaciones y ya ha comentado públicamente en varias ocasiones que está listo para volver a ofrecer su caza en el caso de que no se llegara a un acuerdo con Francia. No parece que este escenario sea muy realista, pero la esperanza es lo último que se pierde.


La campaña de Corea

Perdida la campaña india, la gran apuesta del consorcio Eurofighter para retrasar el cierre de su cadena de producción se centra en el concurso de adquisición de unos 60 cazas que ha levantado Corea, también conocido como Programa F-X, por un importe que alcanza los 7.000 millones de euros y donde compite con el Boeing F-15 Silent Eagle y el Lockheed Martin F-35 Lightning II. Todos estos cazas han sido evaluados bajo cuatro criterios principales (coste, capacidad, interoperabilidad con las fuerzas surcoreanas y beneficio industrial) y otros 150 secundarios. Según fuentes del sector, en 2012 era más que probable que Seul repartiera el pedido entre dos fabricantes, por lo que el objetivo que se ha fijado Eurofighter es tratar de hacerse con un contrato de entre 30 y 40 unidades de su caza. Hoy en día, con la amenaza de Corea del Norte sobre sus cabezas, esta decisión salomónica puede que no sea realista.


La contienda es dura. Por una parte, el F-35 ya venció al Eurofighter y al Boeing F/A-18 E/F Super Hornet en el concurso japonés, que se dio a conocer en diciembre de 2011. El F-35 se está convirtiendo así en un superventas internacional, a pesar de las restricciones tecnológicas que impone Estados Unidos y los continuos retrasos y problemas técnicos que aparecen regularmente. Buena parte de su éxito se debe también a la agresiva campaña política que ejerce Washington, con contraprestaciones industriales e importantes descuentos en otros sistemas de armas. Por otra parte, el Boeing F-15 Silent Eagle, versión furtiva (stealth) y con nueva aviónica y mayor capacidad de carga del conocido caza, ha recibido a finales de 2011 la confirmación por parte de Arabia Saudí de 84 unidades, que incluye también la mejora de otros 70 aparatos. El nuevo modelo de Boeing comenzó sus ensayos en túnel aerodinámico en marzo de 2012, con un modelo a escala que incluye la bahía de armas conformada con el fuselaje para bajar la visibilidad al radar y que incluye también en su interior depósitos adicionales de combustible.


Este concurso cobra especial importancia para el consorcio europeo, ya que de él depende en buena medida continuar con la cadena de producción del Typhoon. La oferta comercial está liderada por España, basada en un sistema de producción conjunta de los aviones de combate. De materializarse el concurso de Corea, la planta de EADS en Getafe sería una de las grandes beneficiadas, ya que tiene la responsabilidad de fabricar el ala derecha de todos los aparatos. Además, mantendría buena parte de los 22.000 puestos de trabajo que se cree que genera el Eurofighter en España entre Cassidian, el fabricante de motores ITP y otros suministradores, como Indra. No es, por tanto, de extrañar que en julio de 2012 la representación de Cassidian España que lidera esta campaña, incluyera a un vicepresidente, Mariano Barrena, junto con el jefe del Área de Cooperación Industrial y Coordinación de la Subdirección de Planes y Programas de la Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa, coronel Salvador Álvarez Pascual. En el último trimestre de 2012, un comité de hasta 24 expertos coreanos estuvo evaluando las capacidades del Eurofighter. 

El comité se dividió en cinco grupos, para cubrir de forma más profunda las disciplinas más relevantes. Visitaron las instalaciones de Getafe, Sevilla, Morón, Torrejón, Warton, Ulm, Manching y Munich y realizaron más de 20 horas de vuelo en varios tipos de misiones, como ataque aéreo, a tierra o combate asimétrico. Durante las tres semanas y media que duró la evaluación, los ingenieros y pilotos de Eurofighter tuvieron que hacer frente a 375 preguntas que realizaron los oficiales de la Fuerzas Aérea coreana. El general Chung, que también había participado en las evaluaciones realizadas en 2001 por Corea, comentó que la primera vez que voló el Eurofighter era como un pony salvaje, pero ya ha madurado mucho y se ha convertido en un excelente caballo salvaje. En los próximos meses se espera que Corea tome una decisión, que ya ha sido retrasada en varias ocasiones debido a la convocatoria de elecciones generales. Sin embargo, la reciente escalada de tensión con su vecino del Norte y el enorme apoyo militar que está recibiendo de Estados Unidos, que ha desplegado incluso F-22 Raptor en la zona, no presagia una decisión favorable hacia el avión europeo.

La campaña de Dinamarca

En Dinamarca, existe actualmente mucho debate político sobre la continuación en el programa F-35, debido a los problemas técnicos, incrementos de costes, retrasos en las entregas y un retorno industrial que está siendo menor que el inicialmente previsto. El pedido inicial contemplaba la adquisición de 85 Joint Strike Fighter para sustituir y ampliar la cobertura que proporcionan sus 68 General Dynamcs F-16, aunque actualmente sólo 24 unidades se encuentran operativas, debido a problemas de mantenimiento y falta de piezas de repuesto. Sin embargo, esta cifra se redujo a 55 en 2012 y actualmente discuten los partidos políticos el recorte a 30-36 unidades. Realmente el presupuesto que se podría aprobar para esta adquisición rondaría los 3.720 millones de euros, lo cual no llega para adquirir 36 F-35. No es, por tanto, de extrañar que el Gobierno danés haya lanzado una petición para evaluar posibles aviones caza que pudieran sustituir al F-35, en caso de cancelarse este programa. 

En este sentido, el Comité de Defensa del Gobierno invitó a Eurofighter a reentrar en la competición por el concurso de sustitución de sus cazas F-16 a finales de febrero de 2013, aunque también lo hizo con otras empresas, como Boeing, Saab (Gripen) o Dassault (Rafale). No hay duda que la posible cancelación del pedido danés sería un duro golpe para el programa, ya que el avión volvería a encarecerse, pues los costes habría que repartirlos entre menos compradores. Este encarecimiento se añadiría al producido por Italia, Australia o Canadá. Italia, por ejemplo, ha reducido su pedido de 131 a 90 unidades y no ha descartado nuevos recortes. Canadá, por su parte, estima que el coste a lo largo de todo el ciclo de vida del F-35 podría crecer en varios miles de millones de euros el inicial estimado, lo que les ha obligado a reducir el número de unidades pedidas para evitar exceder el presupuesto. A mediados de 2012, el Pentágono también estimó que el coste del programa ascendía ya a 312.000 millones de euros, frente a los 184.000 millones de euros en los que se valoró hace once años. Incluso Australia anunció en mayo de 2012 que retrasaba la recepción de las primeras unidades por motivos presupuestarios, aunque todavía no ha decidido a recortar su pedido.

El Eurofighter es completamente compatible con los requisitos de la OTAN, por lo que traería consigo ahorros de costes a Dinamarca en áreas como logística, entrenamiento e interoperatividad durante las misiones conjuntas con el resto de aliados. El caza europeo asegura también la vigilancia del espacio aéreo en zonas árticas, lo que permitiría a Dinamarca emplearlo en su territorio de Groenlandia. El consorcio europeo está dispuesto a abrir parte de sus actividades de diseño/fabricación a empresas locales danesas en caso que el Typhoon fuera finalmente seleccionado, aunque tampoco parece mostrar mucho entusiasmo, ya que Copenhague es comprador tradicional de material norteamericano. La francesa Dassault, aunque también va a presentar una oferta, tampoco parece muy confiada en que vaya a ser seleccionada. 

Omán, Emiratos Árabes, Catar y Malasia

Más allá del concurso de Corea del Sur, los esfuerzos de ventas de Eurofighter se centran hoy de manera especial en varios países árabes, como Emiratos Árabes, Omán y Catar, sin olvidar a Bulgaria o Brasil. En el caso de Omán, el pasado 21 de diciembre de 2012 se firmó el contrato con el Sultanato para la entrega de 12 Eurofighter Trancha 3, que se combinarán con 8 entrenadores BAE Systems Hawk AJT. Aunque todavía no se conoce oficialmente el montante total del contrato, fuentes cercanas al Gobierno británico estiman que supondrán unos ingresos de 2.500 millones de euros en los próximos 30 años. Las entregas comenzarán seguramente en 2015. La decisión del Reino de Omán ha supuesto un alivio para el consorcio, ya que en diciembre de 2011 las autoridades del país árabe desvelaron un pedido de 12 F-16C/D, cuyo importe podría superar los 600 millones de dólares, que podría haber poner en peligro su intención de adquirir el Eurofighter. Sin embargo, este riesgo al final no se ha materializado.

Respecto de Emiratos Árabes, sólo se ha hecho público que el consorcio europeo ya está en conversaciones con las autoridades locales para afrontar un potencial pedido de 60 aviones de combate. La flota actual de Emiratos Árabes se sustenta fundamentalmente en el F-16 Block 60, del que cuenta con 79 unidades, y en el Dassault Mirage 2000, con 68 unidades, aunque 30 de ellas son relativamente nuevas, al ser adquiridas en 1998. La Fuerza Aérea de Emiratos Árabes Unidos en realidad representa la fusión de los de Dubai y de Abu Dabi, que se hizo efectiva en 1999, aunque ambas poseen un pequeño grado de autonomía en las operaciones entre el Mando Aéreo del Oeste, en Abu Dabi, y el Central, localizado en Dubai. Desde entonces, ambos han llevado a cabo una ambiciosa modernización y equipamiento de su flota de combate, con el fin de alcanzar un nivel de capacidad comparable al de los más altos estándares de la OTAN y lograr una posición fuerte en esta zona, tradicionalmente inestable, pero a la vez muy rica, debido a sus yacimientos de petróleo. Países vecinos como Omán y Catar ya han mostrado su interés por el Eurofighter y en los próximos meses lanzarán probablemente un concurso internacional, donde el caza europeo tendrá grandes posibilidades de éxito, vista la selección que están haciendo los territorios colindantes.
Malasia es el otro gran potencial comprador y se encuentra ya en conversaciones para renovar su flota de 18 MiG-29N/NUB, que adquirió en 1995 con el fin de dotar a su Fuerza Aérea de capacidad de superioridad aérea. El Gobierno y su homólogo británico, que lidera la campaña de exportación en ese país, llevan varios años de estrecha colaboración en diversos ámbitos industriales. Malasia se ha caracterizado por enfocar su desarrollo industrial hacia el sector aeronáutico. En 2005 también decidió adquirir el Airbus Military A400M, cuya primera unidad será recibida en 2016, por lo que la colaboración con los distintos grupos del gigante aeronáutico EADS es múltiple y representa, por tanto, una campaña casi segura para conseguir otro cliente de exportación del Eurofighter.

Conclusión
 
Como hemos podido comprobar, las campañas de exportación del Eurofighter están plagadas de éxitos y fracasos. En general, la lectura de la historia es positiva, ya que es la primera vez que un avión paneuropeo realiza tal esfuerzo a nivel internacional y compite en un mercado dominado tradicionalmente por Estados Unidos. No hay duda de que la selección de este tipo de aviones posee un marcado sesgo político y la ayuda militar internacional que realiza Washington, por ejemplo, a Japón o últimamente a Corea del Sur, acaba teniendo beneficios industriales para sus corporaciones aeronáuticas, ya que suelen ser seleccionados sus aviones y productos asociados como forma de agradecimiento por el apoyo prestado. Corea del Sur será seguramente el mejor ejemplo de estas contraprestaciones cuando en los próximos meses se haga pública su decisión.

Sin embargo, y a pesar de este entorno hostil, que va más allá de las prestaciones técnicas del Eurofighter o de la capacidad de influencia internacional de la Unión Europea, también es cierto que el Typhoon ha cosechado varios éxitos en la península arábiga. Esto supondrá expandir la cadena de producción durante varios años y garantizar buen número de puestos de trabajos en una industria, como la de defensa, que últimamente está un poco de capa caída. El éxito está en haber clavado la primera pica en programas de exportación, igual que hizo Airbus a principios de los años setenta, cuando lanzó su primer avión comercial como contraprestación a la hegemonía de Boeing. En cuarenta años, compite ya de igual a igual. Esperemos que la industria aeronáutica militar europea siga la misma senda.
 

Comentarios

  1. Hola, buen artículo, muy bueno.
    Hasta donde yo sé, la pérdida de la India como posible usuaria de Eurofighters, se debió a una maniobra del gobierno francés que ha levantado ampollas en Francia, por dos cuestiones. La primera, que el ganador del concurso se sabía que era el Eurofighter (quienes vieron los informes con el resultado otorgando la victoria (por sus prestaciones) al Eurofighter así lo atestiguan). Y, segunda, que ese bajo precio (para poder llevarse el concurso) ha hecho que el Rafale le salga más caro a los franceses que a los Indios. Obviamente, al pueblo francés, no le ha hecho gracia que sus fuerzas armadas compren aviones franceses a mayor coste que India.
    Sé que el Typhoon es mejor que el Rafale, pero si oyes a los franceses, no dejan de citar ciertos encuentros internacionales en los que en combate simulado los Rafales "ganaron" a los Eurofighters 7:1 y 9:1 según dicen ellos... Me cuesta creer que con mejores motores (más velocidad, mejor velocidad de crucero...), mayor techo de servicio y régimen de ascenso, con una maniobrabilidad endiablada y una aviónica moderna y buena, hayan podido perder contra los Rafales. (Ojo, no digo que el Rafale sea malo).

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