En poco menos de dos semanas, la
península coreana ha pasado de un casi inminente estado de guerra, con
los posibles contendientes posicionando sus misiles balísticos y fuerte
retórica beligerante, a una etapa de relativa tranquilidad.
Ambas
partes, tanto Pyongyang como la “alianza” formada por Seúl, Washington y
Tokio, parecen convencidas de que el diálogo es la mejor vía de escape
para solucionar esta crisis en el noreste de Asia. Hoy, términos como
“negociación” o “diálogo” comienzan a aparecer en la mayoría de las
reivindicaciones realizadas por ambos bandos a través de sus
representantes. En el caso de Pyongyang, se informaba en su discurso
habitual durante el día de ayer a través de Rodong Sinmun (su diario
oficial), que en el caso de que existiera una mesa de negociaciones con
Washington “debería ser un diálogo entre estados con armas nucleares, no
un lado forzando al otro a desmantelar sus armas nucleares”. Con todo
ello, no parece fácil que Corea del Norte dé su brazo a torcer, al menos
hasta que las tropas norteamericanas sigan realizando ejercicios
militares conjuntos en la península coreana, en un principio hasta el
día 30 de este mes de abril. Según
Pablo Sapag, profesor de Historia en la Universidad Complutense de
Madrid, la situación, lejos de empeorar, tenderá a estabilizarse ya que
“no está en el interés de ninguna de las partes que la escalada verbal
pase a otro tipo de cosas, como parece que está sucediendo”.
Además,
recuerda que Corea del Norte tendría "pocas posibilidades" en el caso de
una guerra, pero también habría una desestabilización de la zona, algo
que “interesa mucho a EEUU”. Por ello, las nuevas condiciones podrían
pasar por la supresión del bloqueo económico impuesto por la ONU, hecho
que forzó a Pyongyang a iniciar el aumento de su retórica militar al
declarar el “estado de guerra” en las relaciones con Seúl. Para Ángel
Tafalla, ex segundo jefe del Estado Mayor de la Armada y del Mando
Marítimo de la OTAN de Europa del Sur, el objetivo número uno de Corea
del Norte siempre ha estado claro: “la preservación del régimen ha sido
la meta a la que llegar, y esta dinastía ha estado apretando a las
grandes potencias para conseguir aún más concesiones. Pero el problema
es que no buscando conscientemente la guerra puede o habría podido
surgir el conflicto por culpa de una chispa o un error de cálculo”. Sin
embargo, y aunque se consiga avanzar por los cauces que marca la
diplomacia internacional y Pyongyang consiga mantener de una manera
estable la integridad de su Gobierno, la situación de relativa paz
parece lejos de volver a la anterior a la realización de la prueba
nuclear del pasado mes de febrero.
“No va a ser fácil que se recupere la
situación anterior en el corto plazo, aunque sí en el medio plazo.
Necesariamente, y aunque Corea del Norte como los otros estados
implicados sabían que esto era un juego de fuerza, recomponer eso
después de la escalada verbal y movimientos militares va a llevar su
tiempo”, explica a defensa.com el profesor Sapag, que considera que,
ahora mismo, para EEUU es prioritario manejar la situación y “moverse
con China para reconducir a Corea del Norte”. Así, ante este nuevo contexto, habría que considerar cuál es el papel que ha desempeña Pekín en
la restauración del equilibrio de la zona. A pesar del escaso
posicionamiento chino sobre el conflicto, lo cierto es que la mayoría de
las teorías apuntan a que China ha mediado de forma privada para
rebajar la tensión existente. Según nos detalla el almirante Tafalla,
Pekín ha cambiado su clásica y rígida postura ante el comportamiento
norcoreano, sobre todo después de permitir un voto en contra de
Pyongyang en la resolución que se adoptó por parte del Consejo de
Seguridad de la ONU tras la prueba nuclear. A pesar de ello, “China no
quiere que caiga el régimen norcoreano porque eso supondría que los
militares de EEUU estarían ya en sus fronteras.
Aunque tampoco quieren
que se ponga en peligro la integridad del gobierno coreano, al que, por
primera vez, Pekín ha intentado presionar de verdad”. Además, según la
agencia surcoreana de noticias Yonhap, el experto nuclear chino, Wu
Dawei, se reunió durante el día de ayer en Washington con su homólogo
norteamericano, Glyn Davies, para tratar la situación y buscar una
manera de volver a las negociaciones multilaterales entre todos los
actores de la región para disminuir la tensión en la península coreana. De
esta manera, y pese a los momentos de tensión que se han atravesado
desde el pasado 30 de marzo, y sabiendo que el día 15 de abril se
conmemoraba la celebración del nacimiento del ya fallecido “presidente
eterno” de Corea del Norte, Kim Il Sung, (lo que podría haber llevado a
Pyongyang a realizar una demostración de fuerza), la situación en la
península parece haberse estabilizado. La cuestión reside ahora en saber
si EEUU estará dispuesto a sentarse a renegociar un acuerdo con el que
seguir alargando la vida del ermitaño y exhausto régimen estalinista que
Kim Jong-un se ha empeñado en poner casi al borde de una guerra
nuclear.
Fuente: http://www.defensa.com/
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