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Presupuestos militares de Brasil, nuevos polos tecnológicos y resultados industriales ¿La realidad al fin superará a la ficción…?

Corbeta Barroso
 
El  gasto destinado a la defensa en los países latinoamericanos creció un 4,4 por ciento durante el pasado año y se estima que lo hará alrededor del 3,5 al cierre de este 2013. Un año más, Brasil, octava economía del mundo, encabeza el ranking de los que más están invirtiendo en la renovación y modernización de sus capacidades militares. El presupuesto de su Ministerio de Defensa se ha consolidado por encima de los 35.000 millones de USD anuales, un monto que se mantendrá, como mínimo, durante la próxima década, según las previsiones. 

Sin embargo, cuando el ex senador, y ahora Ministro de Pesca, obispo Marcelo Crivella, presentó hace pocos meses una enmienda constitucional estableciendo que por 10 años no podrían ser reducidos, al menos en sus directrices fundamentales, los presupuestos de Defensa, no estaba menos que reconociendo una realidad: en momentos de crisis y de recortes, defensa y seguridad son dos de los capítulos por los que, implacable, pasa la cuchilla, incluso con la aprobación de buena parte del electorado, que los considera equivocadamente prescindibles. Este paso, junto con el rigor de las últimas tragedias (el incendio de la discoteca de Santa María y los casi mil muertos en el Estado de Río de Janeiro por inundaciones evitables en 2011), que dejaron en alto el accionar eficaz de las Fuerzas Armadas y policiales, así como la necesidad de reforzar su potencialidad en esos aspectos –SAR, Medevac, etc.–, potenciando también los mecanismos de Defensa Civil, es uno de los aspectos a considerar actualmente cuando se apuesta a corregir la situación.

Caza Super Tucano

El otro punto son los eventos organizados por Brasil en varios segmentos de actividad, desde los encuentros internacionales, como la conferencia global Río+20, que,  continuadora de la Eco 92, reunió a decenas de jefes de estado, gobierno y cancilleres de todas partes del mundo el año pasado en el Riocentro; hasta el Rock in Río, pero, fundamentalmente, el Campeonato Mundial de Fútbol 2014 –precedido por la Copa de las Confederaciones 2013– y los Juegos Olímpicos Río 2016. Las Olimpíadas Militares 2011 y los Juegos Panamericanos 2007 fueron una suerte de exitosos ensayos, donde, aún sin presupuestos adecuados, las Fuerzas Militares, policiales y unidades de emergencia médica funcionaron coordinada y profesionalmente, aunque, si hubiera existido algún siniestro de entidad o desborde, al límite de sus potencialidades. 

El Guaraní ya es una realidad

Si Brasil desea realmente un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, no sólo debe poseer fuerzas de defensa y seguridad creíbles, sino también demostrar que es capaz de desplazar significativos contingentes en plazos a veces exiguos, de acuerdo a conflictos bélicos o desastres naturales que se puedan dar en diversas partes del mundo. A este panorama, exigente de por sí, se agrega ahora, por un lado, un complejo cuadro regional en el que al Norte y al Oeste de sus fronteras se le plantean al país-continente, con focos de terrorismo y narcotráfico, a veces combinados, cuando no con trasiego ilegal de armas, junto a contrabando y falsificación de grandes marcas a enorme escala; así como, por el lado positivo, el descubrimiento en el litoral oceánico y en la Amazonia profunda de yacimientos de petróleo y gas, junto a la existencia ahora cuantificada de otros minerales. Esto impulsa los gastos en materia de defensa, seguridad, defensa civil e, incluso, los ambientales, a veces integrando varios ministerios en un mismo paquete.

Es frecuente que en las cada vez más comunes grandes maniobras fronterizas intervengan las tres Fuerzas Armadas, la Policía Federal, la Rodoviaria (Caminera) Federal, las militares y civiles judiciales locales, las guardias municipales, las entidades ambientales nacionales y regionales, la Agencia de Vigilancia Sanitaria y los bomberos, produciendo apreciables resultados, tanto en prevención como en represión, los cuales, a su vez, alientan a la inversión. Esta, a su vez, es usualmente estimulada por ministerios y fundaciones de apoyo a la investigación e innovación (nacionales y locales), por todo lo que aportan a diversos ámbitos de actividad en varios sentidos.

Diversos polos activan economías diferentes
Simultáneamente, el movimiento económico y académico regional, generado al crearse polos tecnológico-militares, aeroespaciales o navales, levantó el entusiasmo de gobiernos estaduales y municipales, los cuales luchan, mediante incentivos fiscales y logísticos, por atraer estos emprendimientos a sus respectivas sedes. 

UAV Hermes 450

Algunas, como Itajubá, al Sur de Minas Gerais, donde se ubica de Helibras, filial brasileña de Eurocopter, y algunos proveedores; o São José dos Campos y su entorno, con Embraer, Avibras (que construye una fábrica de propelente para cohetes en la ciudad paulista de Lorena), Mectron, Akaer e Iacit, entre otras firmas, son ya clásicas referencias del sector. Otros focos podrían desarrollarse también en Minas Gerais. En las inmediaciones del aeropuerto internacional de Belo Horizonte ya existe una gran unidad de mantenimiento mayor de aeronaves 737, desde -300 a -900NG, pasando por BBJ, a cargo de Gol; en sus proximidades está el Parque Aeronáutico de Mantenimiento de la FAB (Fuerza Aérea Brasileña) en Lagoa Santa, también sede del grupo Fiat/Iveco, que ensambla el VBTP Guaraní, del cual el Ejército espera incorporar 2.044 ejemplares en varias versiones. Allí se inspeccionan diversos modelos livianos y los Tucano de la FAB, mientras en Anapolis el Gobierno del Estado de Goiás decidió plantear diversos apoyos para la instalación de empresas del sector.

Caza AMX
 
En Río Grande do Sul, en torno al gran Porto Alegre y ciudades vecinas, se agrupan empresas como Taurus, Agrale, TAP M&E (dedicada a la revisión de motores T-56 de Hercules y P-3, así como a los PW118 de los Brasilia de la FAB y de la FAU, e incluso estructuras de F-5). Aeromot, antiguo fabricante del motoplaneador Ximango, hoy está dedicada, como en sus comienzos, a fabricar asientos de aeronaves y a instalar dispositivos electro-ópticos en helicópteros o aviones. A pocos metros, su antigua filial Aeroeletrónica –que fue responsable de parte de la aviónica de los primeros Tucano y AMX– hoy denominada AEL Sistemas, bajo la batuta de Elbit y con la participación de Embraer, desarrolla diversos proyectos de fuste, entre ellos los que atañen a la misma modernización de esos Tucano y AMX, además de los F-5, o la nueva aviónica del Super Tucano, amén de actualizar los Bandeirante y Bandeirulha de la FAB. Además, es proveedora de la torreta de armamento a control remoto UT-30 para los nuevos VBTP Guaraní de Iveco y está empeñada en la renovación de los helicópteros Esquilo y Fennec del Ejército, junto a Sagem y Beckers. 

A su vez, en la Base Aérea de Santa María, AEL está empeñada en asesorar a la FAB a establecer su primera unidad de UAV, el Escuadrón Horus (1er Escuadrón del 12º Grupo de Aviación, 1º/12º), equipada con los Hermes 450, que podrán ser ensamblados en Brasil, para lo cual y con otros proyectos AEL y Embraer conformaron la Joint Venture Harpía. Ahora se les ha unido Avibras con el 9% de sus acciones, también con propuestas propias. No muy lejos de esa base, también en Santa María, que, en su entorno próximo reúne las mayores unidades blindadas de Brasil, de cara al Ejército y a la industria mecánica pesada se instala KMW, principalmente estimulada por el programa Leopard brasileño, pero de cara a posibles exportaciones de equipos a otros países de la región. Se le ha hecho saber a Colombia que, en caso de elegir ese carro de combate, esta unidad estará a su disposición para apoyar  la operación. Del mismo modo, se invitó a los titulares o distribuidores de maquinaria agrícola pesada del Cono Sur a expresar sus intereses e inquietudes al respecto de mantenimientos mayores y modernizaciones requeridos por su sector. También tienen interés en instalarse en Río Grande do Sul la rusa GAZ, para ensamblar el blindado Tigre, y, Kamaz, para fabricar alguno de sus camiones.

Astilleros y más astilleros…
 El proyecto de Itaguaí

En referencia a la industria naval, más allá de  emprendimientos puntuales, como  el de Astilleros INACE en Ceará –habitualmente involucrado en la construcción de patrulleros oceánicos, navíos hidrográficos y lanchas costeras para la Marina– los grandes polos navales están en Pernambuco, Río de Janeiro y Río Grande do Sul. A nivel militar están los astilleros de la Marina en Belém (Val-de-Caes), que construyen las LAR (Lancha de Acción Rápida); o Aratú, en Bahía; así como, en Río de Janeiro, el nuevo complejo y base de Itaguaí, donde, con la participación de Odebrecht Defesa & Tecnología, asociada de la DCNS en Itaguaí Construcciones Navales, se ensamblan tanto los nuevos sumergibles derivados del Scorpene (S-BR), como el futuro Submarino de Propulsión Nuclear (SSN).
La unidad de fabricación de Estructuras Metálicas del astillero de Itaguí en construcción

La previa tarea de investigación de años, al menos desde 1979, demuestra áreas de influencia en sectores tan diferentes como el suministro de radio fármacos, medicina, agricultura o la energía, ya que los prototipos de propulsión para el submarino son capaces de abastecer de energía eléctrica a una pequeña aldea. Además, Brasil adquirirá grandes conocimientos a nivel de soldaduras de alta precisión, electrónica y electricidad embarcada, automatización, montaje electromecánico, etc. La industria automovilística de cara al vehículo eléctrico también aguarda con expectativa las posibilidades de una energía nuclear más limpia, pues las fuentes hidro o termoeléctricas pueden no serle suficientes. Para este tipo de investigaciones, Brasil y Argentina decidieron construir un reactor multipropósito para cada país, involucrando a sus respectivas autoridades en materia de ciencia y tecnología. En el primer caso será en las instalaciones del Centro Experimental de Aramar, en Iperó (São Paulo), en donde también funcionan el Laboratorio de Enriquecimiento Isotópico, la Usina de Demostración de Enriquecimiento (USIDE), la Unidad Productora de Hexafluoreto de Uranio (USEXA), mientras se termina en los próximos 18 meses la construcción del Laboratorio de Generación Núcleo Eléctrica (LABGENE). 


Además, funciona en esas instalaciones el Centro de Instrucción y Adiestramiento Nuclear Aramar (CIANA) y desde allí se impulsan los primeros cursos de ingeniería nuclear con la Universidad de Sao Paulo, de fluida relación con la Marina. Como resultado de esta labor de casi 35 años, Brasil prácticamente domina todo el ciclo hacia el reactor nuclear, tras lo cual se encaminará hacia el sumergible propulsado de este modo. Una vez resuelta la propulsión, ya en Itaguaí, el astillero y otras instalaciones –que incluyen la base naval, la Unidad de Fabricación de Estructuras Metálicas (UFEM) y la planta de  Nuclebras Equipamiento Pesado (Nuclep), a cargo de  las secciones cilíndricas del casco– estarán listos en 2015. El costo total del programa se estima en 6,7 millones de euros, casi el triple del calculado para la modernización completa del resto de la Marina de Brasil. El programa espera capacitar a 140 proveedores locales, representando alrededor del 20% de los componentes, el equivalente a 36.000 piezas, tales como paneles eléctricos, bombas de agua, sistema de combate y control y baterías de gran tamaño. Sin embargo, estos proveedores serán elegidos por DCNS, dada la experiencia del astillero francés al respecto.

De la Aviación Naval al SisGAAz

Helióptero EC-725 Super Courgar
 
En otro extremo del espectro operativo de la Marina, la Aviación Naval también implica  desarrollo industrial, no sólo al incorporar nuevos modelos, como el Sikorsky MH-60 (Sea Hawk) o el EC725 y modernizar Embraer y AEL algunos A-4 /AF-1, o restaurar Marsh Aviation los bimotores Tracker y Trader con turbinas, sino también en su actividad cotidiana, especialmente en la principal sede operativa, Sao Pedro D’Aldeia, en la llamada Región de los Lagos, al Este de Río de Janeiro. A su alrededor existen algunas firmas para las cuales el movimiento aeronaval es uno de sus principales focos de trabajo, como Ancoratek, única empresa independiente autorizada a realizar chequeos G en los helicópteros Eurocopter AS332 Super Puma, o revisiones SDLM en los Sikorsky SH-3 Sea King y en los Skyhawk, además de las G en los Helibras Esquilo mono y bimotores. Otro  proveedor local de la Aviación Naval es Río Avionics, concesionario autorizado de Bendix King, por ejemplo. Hoy día, estas iniciativas, junto a la de formación de técnicos en mantenimiento de célula, aviónica y motores en la cercana Cabo Frío, fueron coronadas y probablemente hasta superadas por el creciente y explosivo mercado civil petrolero, que llegó al litoral oceánico Noreste de Río de Janeiro. 

Aérospatiale AS 332 Super Puma EB4008  Pirassununga - Campo Fontenelle - SBYS
Helicóptero AS332 Super Puma

Por ello, tanto los helipuertos de la zona, como los aeropuertos cargueros –fundamentalmente Cabo Frío– están entre los de mayor movimiento del país. Fuera de de la vertiente aérea y submarina, la Marina de superficie también estimuló y estimula a su industria específica, aunque el programa para adquirir un lote de fragatas y un gran navío logístico (el PROSUPER, dotado de voluminosas compensaciones industriales una vez  seleccionado el proveedor), esté hoy ralentizado. Igualmente, el encargo de más corbetas Barroso y la reactivación de la compra de los patrulleros costeros de 500 ton. de la Clase Macaé, ahora involucrando a otros astilleros, como los gigantescos Eisa de Río, y el interés manifiesto de Embraer Defensa e Segurança en asociarse a alguno de ellos en este proyecto, conforman un panorama bastante interesante. En lo costero y fluvial, además de incorporar botes semirrígidos DRS-550 y 600 (o las LPR -40 colombianas), se reciben lanchas en convenio con el Ministerio de Pesca y Acuicultura, para las cuales, incluso, podría faltar personal. 

Actualmente, además, las grandes constructoras navales están fuertemente abocadas a ensamblar gigantescas plataformas de prospección de hidrocarburos o buques tanque, los que, posteriormente, deben ser objeto de mayor custodia militar todavía que los ya ricos  mares territoriales conocidos hasta hoy, cuya soberanía Brasil extenderá de las 200 a las 350 millas náuticas. Ello implica una mayor flota submarina, aérea, de superficie, sensores remotos y vigilancia satelital. O sea, es el SisGAAz (Sistema de Gestión de la Amazonia Azul), que conjuga todas estas vertientes, más la posibilidad de UAV, habiendo sido la primera Fuerza que apostó por estos sistemas a través del cuerpo de Fusileros Navales, usuario del Carcará de Santos Lab, de 90 min. de autonomía a 40 km/h., cargando una cámara con zoom e infrarrojos. La misma empresa construye el Jabirú, de mayor alcance, y  blancos usados generalmente por la Marina con misiles, campo en el que se ha evolucionado, ya que, por un emprendimiento entre Avibras, EADS y Mectron, se instalan motores nacionales a los Exocet, como posible paso previo al misil naval nacional MAN-1.

Artillerías y protección
Sistema Astros 2020

Los Fusileros Navales, y, en mucha mayor medida, el Ejército serán los primeros clientes del sistema Astros 2020, que incluye futuros misiles de crucero, ambicioso desarrollo para el cual el Gobierno, finalmente, destinó alguna partida para su fabricante, Avibras, en canje de deudas anteriores. Este dispositivo posee una capacidad de disparo eficaz en distancias desde 9 hasta 300 km., utilizando cohetes o misiles, según los requerimientos. Este nuevo sistema móvil de misiles de última generación requiere una inversión de centenas de millones de USD. El programa busca mejorar sensiblemente las prestaciones del Astros II, ya en servicio en las Fuerzas Armadas brasileñas, incorporando el misil de crucero y alta precisión AV-TM, en el rango de los 300 km. de alcance, transportando cargas explosivas de entre 150 y 200 kg. El Astros 2020 utilizará alternativamente una nueva munición, menos sofisticada y más económica: el cohete guiado SS-AV-40 con recursos electrónicos de orientación, que garantizan precisión hasta los 40 km. de distancia de su lanzamiento. La serie 2020 operará  también los mismos cohetes convencionales del Astros-II, 2 de ellos, el SS-60 y el SS-80, con cabezas de guerra de 150 kg. de explosivo, o cerca de 70 granadas independientes. 

Sistema antiaéreo Pantsir-S1

El conjunto electrónico de sexta generación mejora la exactitud del disparo y permite la integración del UAV Falcão, de la misma Avibras, o similares, ampliando las posibilidades de reconocimiento. No obstante, Brasil precisa actualmente incrementar su capacidad antiaérea, no solo de cara al programa Proteger, del Ejército, creado para resguardar de ataques a instalaciones estratégicas terrestres, sino para garantizar un mínimo de seguridad ante posibles atentados en los próximos mega eventos internacionales que tendrán al territorio brasileño como sede. Así, la adquisición de 3 baterías de misiles Pantsir-S1 de nivel medio y 2 de Igla-s estos, con grandes posibilidades de ser fabricados en Brasil, en donde son usados por las 3 Fuerzas en distintas cantidades y versiones– fue negociada en Moscú por una  comitiva encabezada por el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, General José Carlos De Nardi, no descartándose que Ejército y Fuerza Aérea puedan aumentar también su dotación de Igla S, extremadamente efectivos ante contramedidas electrónicas.

UAV Falcáo
Aparte de lo coyuntural, el Ejército utilizaría estos y otros dispositivos en el SISFRON (Sistema Integrado de Vigilancia de las Fronteras), cotizada su implementación provisionalmente en unos 6.000 millones de USD –infraestructuras aéreas o fluviales aparte– generando muchas oportunidades tecnológicas. Para el SISFRON, proyecto basado en duplicar y agrandar los pelotones especiales de Frontera del Ejército, dotándolos de sensores y pistas de aterrizaje que integran diferentes dispositivos, no se trata de reunir las partes en un producto único, como un navío, un tanque  o un avión, sino un conjunto de productos y servicios, abarcando desde el relevamiento de varios tramos de 650 km., hasta el desarrollo de Software y formación de recursos humanos.

Poner  en práctica este sistema permitirá a las Fuerzas Armadas tener un mejor control de los16.880 km. de fronteras de 11 Estados de Brasil limítrofes con 10 países sudamericanos. Ello estimula grandes movimientos industriales, especialmente en el área de sensores varios, desde los electro-ópticos (con AEL y OptoVac a la cabeza) hasta radares, en donde destacan las nacionales Orbisat y su serie Saber, Iacit, y la Omnisys, controlada por Thales, intentando fabricar en Brasil el radar GM 400. La integradora Atech fue la encargada de elaborar el proyecto.
Además de radares, Brasil necesitará equipamientos de visión nocturna, torres de observación y transmisión de señales, cámaras ópticas y térmicas, observación satelital, sistemas de entrenamiento y simulación, UAV, vehículos de apoyo, embarcaciones especiales (blindadas y furtivas), etc. Inicialmente el Ejército eligió al consorcio Tepro, formado por Savis Tecnologia e Sistemas y OrbiSat Indústria e Aerolevantamento, hoy integradas a Embraer Defensa y Seguridad, para la implementación de la primera fase del Sistema Integrado de Monitorización de Fronteras (SISFRON) por 400 millones de USD.

Esta parte del SISFRON controlará  aproximadamente 650 km. de fronteras entre Matto Grosso do Sul, Paraguay y Bolivia, área bajo  responsabilidad del Comando Militar del Oeste. Serán instalados subsistemas conectados a la 4ª Brigada de Caballería Mecanizada en la localidad de Dourados, al Cuartel General del Comando Militar del Oeste, en Campo Grande, y en el Comando Central del Ejército, en  Brasilia. La etapa presente concluiría en 2015 y todo el programa alrededor de 2023. Otros grupos empresariales, entre más de 100 empresas contactadas, atentos al SISFRON –que no sería atribuido a un solo proveedor– son Saab, Thales/Omnisys/Andrade & Gutiérrez, Selex, Rohde & Schwarz, Harris, Rockwell, Cassidian, Elbit/Tadirán/AEL, Indra, Rheinmetall e IAI/Synergy.

Del FX al EC725

Pocas veces existió una licitación más extendida y novelesca que la llamada FX (luego FX-2), por 36 cazas de alto desempeño para la FAB, en curso por más de 12 años, cancelaciones mediante, que en su última etapa enfrentó a Boeing y su Super Hornet, con el Saab Gripen NG y el Dassault Rafale, antes de ser postergada nuevamente. Se exigieron compensaciones industriales, además del habitual forcejeo de intereses político-geográficos (sobre qué municipio brasileño albergará el proyecto nacionalizado o sus proveedores mayoritarios, enfrentando al tradicional polo tecnológico de São José dos Campos con el de la cercana São Bernardo do Campo –sede operativa de Saab y Thales– capitaneado por el influyente alcalde oficialista Luiz Marinho), y los propios aspirantes plantearon de entrada sus Offset. Así, Estados Unidos ha llegado a ofrecer matar dos pájaros de un tiro, insinuando en 2011 la posibilidad de unificar el FX y el PROSUPER, ofreciendo a Brasil el F-18 E/F, la posibilidad de recibir unos 4 destructores DDG de la Clase Arleigh Burke (sin misiles Tomahawk) y 2 LSD, lo cual, aún sin aportar gran capacidad industrial naval al país, hubiera representado una salida rápida para la Marina. 

Boeing también eligió a Elbit/AEL para proporcionar una pantalla de gran superficie para reemplazar a las anteriores múltiples y más pequeñas del Super Hornet y el F-15SE Silent Eagle. Este acuerdo podría ayudar a cumplir parte de la transferencia de tecnología que Brasil requiere. Por su parte, Dassault, se unió a EADS, Thales y Safran, financiando un gran núcleo académico en el Parque Tecnológico de Sao José dos Campos, incubadora tecnológica de muchas empresas aeroespaciales, como muestra de buena voluntad e interés local y probable respuesta al Centro de Innovación Sueco-Brasileño creado por Saab en 2011, que ya desarrolla proyectos en áreas como la energía, seguridad y transporte. Los suecos, que dicen aceptar compensaciones industriales del 175% del valor licitado, también acordaron con Akaer construir parte de la célula del Gripen NG y contratar aviónica a AEL, además de gestionar la presencia de sus técnicos para gestionar otras asociaciones.

Avión de trasporte KC-390

General Electric, proveedor del motor F-414 del F-18, se comprometió con algunas firmas locales a fabricar partes del mismo en Brasil. Algunas son la propia Akaer, o TAP M&E o siderúrgicas de alta precisión ya proveedoras de Embraer y Helibras, en este caso del EC725, programa ya en marcha. Ensamblar este helicóptero localmente significó formación profesional, nuevos bancos de prueba, ampliación de instalaciones, montaje local del motor Makila 2, crecientes convenios con proveedores locales, etc., los cuales podrán aumentar si al contrato militar siguen, como sucede, sendos civiles, especialmente en el ámbito petrolero. A la inversa, el proyecto Embraer KC-390 traerá una pléyade de asociados nacionales y extranjeros a Brasil. Los presupuestos militares, entonces, demuestran claros resultados en lo industrial, por primera vez en décadas.

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