Gran Bretaña recortará sus gastos militares más de 1.100 millones en dos años.

RAF Warrant Officer with the Armed Forces Day Flag

El principal inversor militar de Europa, Gran Bretaña, está tratando de ajustar sus presupuestos de defensa del próximo año financiero, que comenzará en abril. Las decisiones que ahora se están tomando para equilibrar las cuentas de 2013 podrían afectar a los programas de adquisiciones y a las actuales capacidades de sus fuerzas armadas. De momento ya se conoce que los gastos de Defensa en el Reino Unido se reducirán algo más de un 2,6% en los próximos dos años, en torno a 900 millones de libras (1.121 millones de euros). El Gobierno de Gran Bretaña está ahora pergeñando el denominado Ciclo Presupuestario Anual (ABC, por sus siglas en inglés), antes conocido como Ronda de Planificación. Durante el proceso se adoptarán decisiones difíciles acerca del dinero con el que el Ministerio de Defensa podrá contar en los próximos dos años. Defense News ha repasado en un artículo algunas de las consecuencias concretas derivadas de la difícil coyuntura económica actual. Una de las probables víctimas de la austeridad en los presupuestos de 2013, según esta información, es el programa de un nuevo helicóptero con capacidades de alerta temprana para la Armada Real. 

El secretario de Defensa, Philip Hammond afirmó el pasado mes de mayo que su ministerio había cuadrado las cuentas por primera vez en una generación. Sin embargo, Hammond no explicó cómo se había equilibrado un presupuesto afectado por un agujero de 38.000 millones de libras (cerca de 47.400 millones de euros al cambio actual) en compromisos sin financiación y con el requisito de recortar los gastos en términos reales un 7,5% entre 2014 y 2015. Uno de los métodos empleados por el ministerio para encajar su balance, según Defense News, posiblemente consista en dejar a un lado alrededor de 400 programas sin financiación que serán reintroducidos cuando puedan ser otorgados, si finalmente se da el caso. Lo que sí reveló Hammond en mayo es que el Gobierno ha previsto una reserva de 8.000 millones de libras para el Ministerio de Defensa, sin asignación concreta y para los próximos diez años, con la que hacer frente a los requisitos urgentes que surjan. Sobre todo en un periodo que en sus inicios al menos estará presidido por unos presupuestos regresivos. 

De momento ya hay planificada una caída de los gastos militares en 2013 de casi un 1% respecto a este ejercicio, al pasar de 34.400 millones de libras (42.900 millones de euros) en 2012 a 34.100 millones (42.500 millones de euros) el año que viene. Al año siguiente, 2014, también se anuncia un descenso, de casi un 2%, hasta situar los gastos británicos de Defensa en 33.500 millones de libras (41.800 millones de euros). Los niveles de gasto tras ese último ejercicio dependerán de las previsiones que calcule el Gobierno para un periodo que podría ser de cuatro años y desde partir de 2015. Ese momento coincidirá probablemente con la próxima revisión de la estrategia de seguridad y defensa británica, que fijará la política militar y las prioridades de equipamiento hasta 2020. Defense News cita a un analista de Londres que advierte de la posibilidad de una nueva arremetida contra los gastos de Defensa tras la salida de las tropas de combate de Afganistán a finales de 2014. Para ello habrá que observar si la situación financiera del Gobierno es todavía peor en 2015. 

Los principales programas de adquisiciones del Reino Unido contemplan la compra de aviones de combate de quinta generación F35 para equipar tanto a la Armada como a la Fuerza Aérea, y la terminación de dos portaaviones de 65.000 toneladas cada uno, con un coste aproximado de 6.200 millones de libras (más de 7.700 millones de euros). Los planes para los próximos años también incluyen un gasto de 4.000 millones (5.000 millones de libras) en distintos sistemas de comunicaciones, inteligencia, vigilancia y reconocimiento; en la mejora de las capacidades del caza Eurofighter Typhoon; en la construcción de la primera fragata de la clase Type 26 y en la reestructuración y reequipamiento del Ejército. Dentro de la política británica de recortes militares se incluye la reducción de 20.000 efectivos de su ejército anunciada hace algo más de tres meses por Philip Hammond en la Cámara de los Comunes. Cuando se aplique esta medida número total de soldados habrá pasado de los 102.000 de la actualidad a 82.000. Este reajuste forma parte del denominado plan Army 2020 (Ejército 2020).

Fuente: http://www.infodefensa.com/

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