Desembarco en el Polo Norte.

Desembarco en el Polo Norte
 
El Ártico centra cada vez más la atención de la comunidad internacional debido al fortalecimiento de las fronteras exteriores de la plataforma continental, a las posibilidades de tránsito que ofrecen las rutas marítimas septentrional y meridional, y a los abundantes recursos naturales existentes en la zona. El 25 de octubre, en el transcurso de unos ejercicios militares desarrollados en la Región Militar Occidental, las tropas de costa de la Flota del Norte efectuaron, por primera vez en la historia de la Armada rusa, un desembarque en las playas de la isla Kotelni. Según ha comunicado el capitán V. Serga, de los servicios de prensa de la Región Militar Occidental de la Flota del Norte, “durante la operación se han explorado nuevas zonas de navegación, así como las posibilidades de desembarque que ofrecen distintos lugares de la costa ártica. También se ha llevado a cabo un reconocimiento del territorio en las islas de Nueva Siberia y se ha comprobado la viabilidad de utilización de armamento y tecnología militar en el Ártico.”


Por primera vez durante unos ejercicios militares de esas características se ha prestado especial atención a garantizar la seguridad de edificios civiles (estaciones científicas, instalaciones de perforación...) y de plantas energéticas con base en el Ártico.  Es con ese objetivo que en el marco de los ejercicios militares en los tramos árticos de la Ruta Marítima del Norte han empezado a operar el destructor antisubmarinos Vitse-admiral Kupakov (Vicealmirante Kupakov) y el crucero nuclear lanzamisiles Piotr Velikii (Pedro el Grande). En total, en los ejercicios militares participan más de 7.000 soldados y más de 150 unidades de maquinaria militar. Los ejercicios se desarrollan en campos de instrucción militar situados en el mar de Barents, en los tramos árticos de la Ruta Marítima del Norte y en la región de Múrmansk, concretamente en las costas del distrito de Pecheng y las penínsulas Srednii y Ribachii.

Militarización de la zona
Rusia no ha sido el primer país en anunciar la creación de bases militares en el Ártico. A principios de 2012 Canadá hizo públicas sus intenciones de construir una base ártica en la isla de Cornwallis. También Dinamarca se prepara para reforzar su presencia militar en el Océano Ártico, que en 2009 anunció la formación de un comando militar especial y de un cuerpo de reacción rápida. Al año siguiente Noruega trasladó al Círculo Polar los mandos del ejército, y Estados Unidos y Canadá empezaron a realizar ejercicios militares en el Ártico de forma regular.

El porqué de tanta actividad militar es fácil de explicar. En los últimos tiempos se ha acelerado la carrera por asegurar la presencia en el Ártico, especialmente debido al incipiente calentamiento en la región. Se calcula que los yacimientos de hidrocarburos de esta zona representan una cuarta parte de las reservas mundiales no explotadas. En el Ártico confluyen los intereses económicos y geopolíticos de varios países y la importancia de la región como zona de tránsito aumenta. El vicepresidente de la Academia de Geopolítica, Konstantín Sivkov, afirma que “al desplazarse el centro de desarrollo económico desde Europa hacia la región de Asia-Pacífico, la Ruta Marítima del Norte gana importancia”. En ese sentido, no sólo es la ruta más corta para el tránsito marítimo, sino que también lo es para  el tránsito aéreo estratégico y los misiles balísticos intercontinentales, añade Konstantín Sivkov.

“Las posibilidades que ofrece la región para el despliegue de potentes sistemas de defensa antimisiles y de submarinos nucleares con misiles balísticos adquirirán una importancia crucial para todos los protagonistas del panorama global mundial. Me consta que desde los años 90 submarinos norteamericanos patrullan de forma permanente por aguas de la cuenca ártica”. Sobra decir que la principal responsabilidad en lo referente a la defensa de las instalaciones rusas en el Ártico recae sobre la Armada. “Necesitamos barcos que ofrezcan soluciones a largo plazo a los problemas de la región , barcos dotados de motores nucleares y con una alta resistencia al hielo... En otro sentido, necesitamos los llamados buques de litoral (primero en el mar de Barents y más adelante en el mar de Karsk), que pueden operar de manera satisfactoria y garantizar la seguridad de las actividades económicas marítimas”, comunicó a mediados de octubre el director de planificación de desarrollo de la flota militar y vicedirector del Cuartel General de la Armada, el contraalmirante Vasili Liashok.

Además, según informan los medios rusos, desde ahora y hasta 2013 Rusia destinará cazas interceptores de largo alcance MiG-31 al archipiélago de Nueva Zembla y al Océano Ártico para defender su territorio de posibles ataques por el norte.También se aceleran los trabajos de refuerzo de las infraestructuras situadas en las zonas fronterizas del Ártico ruso. En agosto, el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Patrushev, comunicó que está previsto construir bases para buques de guerra e instalar puestos de vigilancia fronteriza a lo largo de la Ruta Marítima del Norte. Por último, según declaraciones del director de la sección de guardacostas de los servicios de vigilancia de fronteras del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, Ígor Paluts, para el 2021 estarán listos 11 nuevos complejos de seguridad fronteriza. También está prevista la construcción y remodelación de puertos marítimos y aeródromos ambivalentes.

Fuente: http://rusiahoy.com/

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