China pone en servicio su primer portaaviones.


La puesta en servicio del primer portaaviones chino Liaoning es un acontecimiento importante y simbólico en la vida de China, que evidentemente se ha hecho coincidir con la fiesta nacional y el Congreso del Partido Comunista de China a celebrarse en noviembre próximo. Al mismo tiempo, dicho acontecimiento representa en sí tan solo la conclusión de la primera fase preparatoria del desarrollo de las Fuerzas Navales chinas. De por sí, la puesta en servicio del portaaviones Liaoning no implica importantes cambios en el equilibrio de fuerzas en la región, pero sí allana el terreno para tales cambios, supone el experto del Centro Ruso de Análisis Estratégico y Tecnológico, Vasili Kashin. 

La tesis de la necesidad de que China posea portaaviones fue presentada por vez primera en la década de 1980 por el célebre comandante de las Fuerzas Navales del Ejército Popular de Liberación de China, y, posteriormente, vicepresidente de la Comisión Militar Central de la República Popular China (RPCH), almirante Liu Huaqing. El militar consideraba que los portaaviones eran indispensables para el logro del dominio en el mar dentro de la primera cadena de islas que rodean a China. A la vez, inicialmente no suponía que China puede y debe competir en la construcción de una flota de portaaviones con EEUU o la Unión Soviética. La flota debía resolver tareas más limitadas: garantizar los intereses de la RPCH en los mares adyacentes y presionar a Taiwán. La creación de una flota oceánica era contemplada entonces como una perspectiva alejada. 

En los años 1980-1990 se dieron los primeros pasos encaminados al estudio de la experiencia y tecnologías extranjeras de construcción y explotación de portaaviones. Se estudiaban los modelos y la documentación tanto occidentales como soviéticos, lo cual, posteriormente, alivió la reestructuración del ex portaaviones soviético Variag, comprado a Ucrania en 1998. Actualmente las Fuerzas Navales del Ejército Popular de Liberación de China colaboran con la Armada del Brasil, estudiando la explotación del único portaaviones brasileño Sao Paolo. Según se puede juzgar de algunas publicaciones chinas accesibles, no solo se trata de la construcción de algunos tipos concretos de portaaviones, indica el experto Vasili Kashin. China está ejecutando un multifacético programa a largo plazo de creación de una flota de submarinos. Su cumplimiento es controlado al más alto nivel y el estatus es equiparable a un programa espacial pilotado. El término de la remodelación del soviético Variag representa la conclusión de su primera etapa.

Caza J-15 
 
El Ministerio de Defensa chino declaró reiteradas veces que el buque servirá básicamente a objetivos de entrenamiento y experimentales. En paralelo, se está acondicionando la industria para la construcción del primer portaviones “totalmente chino” en el astillero Jiangnan, en Shanghái. El rol del Liaoning consiste en crear las condiciones para la exitosa construcción y explotación de éste y posteriores buques. El tipo de portaaviones que quiere obtener la flota china como resultado del cumplimiento del correspondiente programa tiene poco de común con el Liaoning. A diferencia del Variag, en el cual el despegue se efectúa desde un trampolín de lanzamiento, el futuro portaaviones chino estará equipado con una catapulta electromagnética. Es muy probable que, teniendo en cuenta los ingentes insumos energéticos necesarios para el uso de tales catapultas, sea un portaaviones atómico.

Destructor del proyecto 052D

Transportará un grupo aéreo compuesto, por lo visto, por cazas pesados J-15, por aviones reactivos de entrenamiento de combate JL-9, por aviones radar de detección lejana y helicópteros antisubmarinos pesados y de rescate. El grupo de choque de portaaviones también estará compuesto por buques semejantes a los destructores en construcción del proyecto 052D. China los equipa con sistemas de mando y combate, parecidos a los modelos norteamericanos. Cabe señalar que en su tiempo EEUU necesitó más de dos décadas para diseñar y poner en punto dichos sistemas. Desde luego que China, que emplea otras resoluciones ya probadas, podrá avanzar más rápidamente, aunque teniendo en cuenta la gigantesca magnitud de las tareas, no se puede estar seguro de que el sistema chino estará listo para el combate ya mañana. No obstante, con la correspondiente paciencia, inversiones y atención al proyecto por parte del gobierno chino, todos esos objetivos son perfectamente alcanzables.

Fuente: http://spanish.ruvr.ru/

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