La guerra civil de Siria ya amenaza a las tropas españolas en el Líbano.

«A las puertas del peor de los escenarios posibles». Este es, según una fuente militar española destacada en la misión de la ONU Unifil, la situación de seguridad que empieza a cuajar en el Líbano por la inestabilidad (ahora guerra civil de «facto») que vive desde hace nueve meses Siria, potencia árabe omnipresente en el «País del Cedro» donde la guerrilla chií de Hizbolá siempre ha contado con el apoyo explícito del régimen de Bashar al-Assad, de dinastía alauí, secta perteneciente al islam chií.

Los últimos enfrentamientos entre partidarios y detractores del dictador sirio en dos barrios de Trípoli —Bab al-Tabbaneh (suní) y Jabal Mohsen (alauí), con dos muertos y numerosos heridos— y la tensión que se vive en Sidón han puesto en alerta a los 1.073 militares españoles que forman parte del contingente de «Unifil» (12.488, con Francia a la cabeza) y que temen una escalada del conflicto en Líbano entre las dos principales comunidades musulmanas, suní y chií, que representan el 27% y 26% de la población respectivamente. Los cristianos son el 40%, mientras que los drusos son el 7%. Las tropas españolas se encuentran destacadas en Marjayún y el cuartel general de Naqura, en el sur. Su despliegue responde al mandato de la ONU que tiene como objetivo reforzar la seguridad en la frontera sur y evitar un conflicto entre Hizbolá y el Ejército israelí, cuyas fuerzas protagonizaron una guerra el verano de 2006.

Sin embargo, el conflicto de Siria amenaza con «barrer» los objetivos alcanzados con esta misión e «instalar un escenario volátil» con el que no contaban hace seis años las fuerzas españolas, reconocen a ABC las mismas fuentes. «Podemos vernos en medio de un conflicto no previsto en la misión». El general de brigada Fernando Gutiérrez, jefe de la Brigada Multinacional al este del Líbano, ha argumentado en varias ocasiones que lo «inestable» de la situación en Siria es «una amenaza directa a la estabilidad de la región». Así se lo hizo llegar al ministro de Defensa español, Pedro Morenés, quien visitó Marjayún el mes de enero, interesándose expresamente sobre las consecuencias del conflicto en Siria para las tropas españolas. Hace dos meses cinco militares franceses resultaron heridos tras sufrir un atentado en el sur, París lo atribuyó al régimen sirio.

«Al-Assad podría utilizar a la guerrilla de Hizbolá en su conflicto interno o intentar castigar a las potencias occidentales en suelo libanés», aseguran desde la misión española. El próximo mes de marzo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, debería hacer público su nuevo informe sobre la situación de seguridad en el Líbano en cuanto al conflicto entre Hizbolá e Israel se refiere. Si fuera positivo, las tropas occidentales podrían iniciar un repliegue de un escenario que va camino de vivir su enésimo polvorín.

Fuente: http://fuerzasmilitaresdelmundo.blogspot.com/