El Ministerio ruso de Defensa suspendió por cinco años la adquisición de equipos blindados de producción doméstica, comunicó hoy el general Nikolai Makárov, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. “La situación del Ejército de Tierra es complicada. Suspendimos la compra de equipos blindados. Dimos a los ingenieros un plazo de cinco años para desarrollar nuevos tipos de armamento”, declaró Makárov en una rueda de prensa celebrada en la sede de RIA Novosti. Mencionó a modo de ejemplo el carro de combate T-90S que, a excepción de la torre, aún parece insatisfactorio a Defensa. También confirmó que el departamento militar rehúsa comprar el vehículo de infantería de combate BMD-4 porque “no hay ninguna protección, todo está encima, y cuesta más que un tanque”. © RIA Novosti. Tanque T-90. Infografía Pensando en mejorar la protección de los efectivos, Defensa adquirió blindados de la marca italiana Iveco (LVM M65 Lynx), mientras en la ciudad de Vorónezh se está construyendo una planta que fabricará este modelo bajo licencia. El modelo similar ruso, Tigr, tampoco satisface a Defensa por el grado de protección que tienen los tripulantes. El ministro ruso de Defensa, Anatoli Serdiukov, se pronunció en verano pasado por no comprar antiguos modelos domésticos de carros de combate. Entre otras cosas, porque el Ejército tiene actualmente más de 10.000 tanques, y el número óptimo es de unos 8.000-10.000. Lo que Defensa pretende, según el ministro, es recibir una máquina realmente novedosa. El primer ministro y candidato a la presidencia de Rusia, Vladímir Putin, calificó de inadmisibles en diciembre pasado semejantes declaraciones, pues afectan las exportaciones de material bélico.

El Ministerio ruso de Defensa suspendió por cinco años la adquisición de equipos blindados de producción doméstica, comunicó hoy el general Nikolai Makárov, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. “La situación del Ejército de Tierra es complicada. Suspendimos la compra de equipos blindados. Dimos a los ingenieros un plazo de cinco años para desarrollar nuevos tipos de armamento”, declaró Makárov en una rueda de prensa celebrada en la sede de RIA Novosti.
Mencionó a modo de ejemplo el carro de combate T-90S que, a excepción de la torre, aún parece insatisfactorio a Defensa. También confirmó que el departamento militar rehúsa comprar el vehículo de infantería de combate BMD-4 porque “no hay ninguna protección, todo está encima, y cuesta más que un tanque”.
Pensando en mejorar la protección de los efectivos, Defensa adquirió blindados de la marca italiana Iveco (LVM M65 Lynx), mientras en la ciudad de Vorónezh se está construyendo una planta que fabricará este modelo bajo licencia. El modelo similar ruso, Tigr, tampoco satisface a Defensa por el grado de protección que tienen los tripulantes. El ministro ruso de Defensa, Anatoli Serdiukov, se pronunció en verano pasado por no comprar antiguos modelos domésticos de carros de combate. Entre otras cosas, porque el Ejército tiene actualmente más de 10.000 tanques, y el número óptimo es de unos 8.000-10.000. Lo que Defensa pretende, según el ministro, es recibir una máquina realmente novedosa.


El primer ministro y candidato a la presidencia de Rusia, Vladímir Putin, calificó de inadmisibles en diciembre pasado semejantes declaraciones, pues afectan las exportaciones de material bélico.

Fuente: http://sp.rian.ru

Comentarios