Avance a tierra hostil antes de la retirada.


Imagen del nuevo puesto de combate inaugurado el lunes por tropas españolas en Golojirak 


Tropas españolas, afganas y de EE UU abren un nuevo puesto de combate en pleno territorio talibán. Chacón confirma el inicio del repliegue en enero. La ministra de Defensa en funciones, Carme Chacón, confirmó ayer que en enero comenzará la retirada de las tropas españolas de Afganistán. Sin encomendarse al PP, claro, que es la crítica principal que ayer hacían los militares, expectantes a ver si los populares cambian el paso dentro de los calendarios marcados por la OTAN. Imperturbable, dijo que, «tal y como habíamos previsto», a partir de enero «comenzará la retirada».

Ajenos obviamente a los convites que se celebraban en el Congreso de los Diputados, los militares seguían con su trabajo en Afganistán. Por de pronto, inaugurar un nuevo puesto de combate en Golojirak, quince kilómetros al noreste de Ludina, donde España tiene ya un puesto similar y donde se está concentrando la mayor parte de los ataques a nuestras tropas.

Ingenieros de la Marina norteamericana, efectivos españoles y del Ejército afgano han construido durante los últimos días una nueva base desde la que lanzar patrullas y establecer puestos de observación más al norte de la posición inicial española para controlar una zona, la que va de Ludina a Mangan (siempre al norte de Qala-i-Now, sede del grueso de las tropas), especialmente conflictiva, con notable presencia de insurgentes y bajo mando del mulá Naruallah, supuesto responsable de la muerte de tres militares españoles. Este puesto de combate permitirá controlar el avance de la ruta Lithium, la principal carretera de ese sector, vital para ganar movilidad y controlarlo.

Esa nueva base estará ocupada por una compañía del Ejército afgano, perteneciente al primer batallón entrenado por los instructores españoles. En principio, no está previsto que se instalen allí efectivos españoles, pero fuentes militares no descartan que algunos instructores acaben trabajando en ese mismo COP (Combat Outpost) con los militares afganos. Sea como sea, seguirán patrullando igualmente por una zona que es una de las principales rutas de salida del opio en el noroeste del país asiático.

El comienzo de la retirada de las tropas españolas confirmado ayer por Chacón (y a expensas de lo que determine el PP) supondrá que en todo 2012 se volverán a España, como máximo, 150 efectivos, un 10 por ciento del contingente. Durante el próximo año, no obstante, se desplegará en el cuartel general de la misión internacional en Kabul una parte del cuartel de alta disponibilidad de Bétera (Valencia) con alrededor de cien efectivos, así que la presencia total de españoles en Afganistán apenas variará en términos generales. 

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