El Parlamento iraní retoma la moción para interrogar a Ahmadineyad.

El Presidente De Irán, Mahmud Ahmadineyad En La ONU

El Parlamento iraní ha retomado la moción para llamar al presidente Mahmud Ahmadineyad a ser interrogado, después de que más legisladores firmaran el documento que podría, finalmente, llevar al presidente a un juicio político por una serie de irregularidades políticas, según han informado medios locales este lunes. Menos de una semana después de que el Parlamento retirase una moción para convocar a Ahmadineyad, los suficientes parlamentarios han firmado el documento que le obliga a presentarse.

Lo que pretenden es que el presidente explique por qué tardó tanto tiempo en nombrar al nuevo ministro de Deportes y Juventud y en desembolsar los fondos para el metro de Teherán y por qué el Gobierno no aplicó adecuadamente los planes culturales ratificados por el Parlamento.
  
"Se restablece el plan para interrogar a Ahmadineyad al haber aumentado las firmas", tituló en portada el diario 'Siasat-e Rouz' el cual, como la mayoría de los periódicos, recogió la historia de la grave pelea política interna que está lejos de resolverse. Actualmente hay 74 firmas, según el diario 'Sharq', una más de las 73 necesarias para que sea válida según la información que consta en la página web del parlamento.
   
El Parlamento dominado por los conservadores emitió la propuesta por primera vez el pasado junio y fue suscrita por cien legisladores y presentada a la Mesa del Parlamento por el diputado Ali Motahari. La Mesa del Parlamento, que estaba en contra de la moción, ha estado intentando persuadirles durante estos meses para que no siguiesen adelante, según la cadena pública Press TV. Posteriormente, 29 de ellos retiraron sus firmas y la Mesa rechazó finalmente la moción el pasado lunes 24.

"La decisión de la Mesa del Parlamento de suspender el caso era de algún modo ilegal (...) y eso enfadó a los legisladores", reconoció el parlamentario Sharif Hoseini, citado por la agencia de noticias Fars.

Procedimiento.
La Constitución iraní establece que el presidente debe comparecer en el Parlamento para ser interrogado cuando al menos una cuarta parte de los legisladores le pidan que explique las decisiones y medidas que ha tomado respecto a una cuestión concreta.
El Parlamento, dominado por conservadores, ha hecho uso de sus poderes contra el presidente con frecuencia, por ejemplo en relación con la designación de varios ministros --recientemente rechazó el nombramiento de un aliado de Ahmadineyad como viceministro de Asuntos Exteriores-- y con temas presupuestarios.

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