Thales venderá el avión espía español de Aerovisión.


 La filial española de Thales da un empujón a su apuesta por el negocio de defensa y seguridad. En el marco de la feria sectorial Homsec, que se clausura hoy en Madrid, el grupo ha cerrado un acuerdo con la empresa vasca Aerovisión para comercializar, tanto en España como en el exterior, su modelo de avión no tripulado (UAV, por sus siglas en inglés), el Fulmar.

"El acuerdo permitirá combinar un avión con una relación calidad-precio inigualable con la capacidad financiera y la red comercial de Thales, con presencia en más de medio centenar de países", explicó ayer Jacobo Landeira, responsable de desarrollo del negocio de defensa de Thales España.

Las empresas desarrollarán de manera conjunta determinadas aplicaciones para el avión, aprovechando las soluciones de misión táctica de Thales España. "Somos muy complementarios. Nosotros podemos aportar todo lo relacionado con la carga útil del avión, sistemas de comunicaciones, mando de control...", añadió Landeira.

El Fulmar ya está operativo en el estrecho de Malaca, operado por la empresa malaya UST, que desarrolla labores de vigilancia de fronteras para el Gobierno local.

Más económico

El avión entra dentro del segmento de mini-UAV: con una envergadura de 3,1 metros y 19 kilos de peso, vuela a 3.000 metros de altitud, puede alcanzar los 150 kilómetros por hora y tiene una autonomía de ocho horas de vuelo.

El avión cuenta con una versión terrestre y otra marítima, que es la que Thales ha ofrecido a la Armada española como UAV embarcado para misiones como la lucha contra la piratería en el Índico. Una oportunidad de venta en la que su principal rival es el Scan Eagle de Boeing.

Thales y su socio no dan datos sobre el posible coste del avión pero sí hacen hincapié en que su propuesta es más económica que la del fabricante estadounidense, que ha propuesto a la Armada un sistema de leasing en el caso de que los militares se decanten por su UAV. "Por el precio del leasing de Boeing por cuatro meses, la Armada podría comprar el Fulmar", apuntó Jacobo Landeira.

El otro punto fuerte que, a su juicio, tiene su oferta es el hecho de que el Fulmar sea netamente español. Según Landeira, la cercanía es una ventaja tanto a la hora de hacer el mantenimiento de los equipos como a la de formar a los operadores, con un curso que dura cerca de un mes. "No sería lógico gastar más en dos años de formación que en el propio UAV",

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