Actualmente China es uno de los
principales focos de la diplomacia militar rusa. Ningún otro país fuera
de las antiguas repúblicas soviéticas ha tenido tal nivel de intensidad
en los contactos militares y en la cooperación con Moscú. Se
realizan reuniones regulares entre los ministerios de Defensa de ambos
países y los jefes de ambos ejércitos. También hay ejercicios militares
conjuntos con regularidad así como competiciones y concursos.
Según
el ministro ruso Serguéi Shoigú, alrededor de 3.600 oficiales chinos se
han entrenado en instituciones militares rusas desde principios de los
años 90. Algunos de estos oficiales tenían una gran carrera en el
Ejército de Liberación Popular. Esto sugiere que en China hay, por primera vez desde la amistad chino-soviética de los años 50, un
cuerpo de altos oficiales y generales chinos con una educación rusa y,
por ello, una detallada comprensión de la visión rusa sobre asuntos
militares.
Maniobras y alta tecnología
Los ejercicios anuales “Misión de paz” e “Cooperación marítima” van más allá del contraterrorismo e incluyen prácticas en los aspectos de más alta tecnología de la guerra moderna. Las maniobras navales incluyen guerra antisubmarina, defensa aérea y operaciones anfibias.
Los ejercicios anuales “Misión de paz” e “Cooperación marítima” van más allá del contraterrorismo e incluyen prácticas en los aspectos de más alta tecnología de la guerra moderna. Las maniobras navales incluyen guerra antisubmarina, defensa aérea y operaciones anfibias.
Los
ejercicios en tierra incluyen guerra con diferentes tipos de armamento
así como la interacción de diferentes ramas de las fuerzas armadas, como
por ejemplo, la aviación de largo alcance. En 2016 se
añadieron a las maniobras las fuerzas de defensa aérea y de defensa de
misiles. Actualmente se realizan mediante simulación por computador pero
en el futuro se espera que haya acciones sobre el terreno.
Por qué casi es un bloque militar
La naturaleza y la intensidad de los contactos militares son típicos de países con lazos tan fuertes. Sin embargo, es importante recordar que es imposible que haya un acuerdo formal hasta que ambos países no revisen los fundamentos conceptuales de sus respectivas políticas exteriores.
La naturaleza y la intensidad de los contactos militares son típicos de países con lazos tan fuertes. Sin embargo, es importante recordar que es imposible que haya un acuerdo formal hasta que ambos países no revisen los fundamentos conceptuales de sus respectivas políticas exteriores.
China niega que vaya a unirse a alianzas de este tipo en principio. Rusia es parte de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva
(OTSC), una alianza militar formada por antiguas repúblicas soviéticas.
Aunque Moscú se opone a la idea de expandir y crear nuevas alianzas
político-militares. De hecho, la línea política rusa que censura la
expansión de la OTAN hacia el Este se basa en este acercamiento.
A qué están dispuestos Pekín y Moscú
En este contexto la cooperación ruso-china tiene dos objetivos. El primero, y el más importante, consiste en prepararse para escenarios específicos de interacción en caso de que las crisis regionales afecten a los intereses de Moscú y Pekín. El escenario más posible es una crisis en Asia Central y aunque los ejércitos de ambos países hayan hecho gran cantidad de trabajo preparatorio para coordinarse durante una posible crisis, no existe la certeza de que bajo estas circunstancias Moscú y Pekín fueran a tomar las decisiones políticas adecuadas y actuar de manera conjunta.
El segundo objetivo consiste en cambiar el actual formato de relaciones militares y estratégicas, en caso de que que haya cambios geopolíticos radicales a nivel global. Hipotéticamente se puede asumir que una crisis militar global podría empujar a los dos países a formar una alianza. Esto solo necesita una decisión formal porque el grueso del trabajo ya se ha realizado. Probablemente Moscú y Pekín ya hayan tomado en consideración esta posibilidad en sus planes ante una posible crisis. La fuerza de las relación chino-rusa a nivel militar aumenta la confianza de ambos países en un contexto de deterioro de relaciones con EE UU. (Jesús.R.G.)
En este contexto la cooperación ruso-china tiene dos objetivos. El primero, y el más importante, consiste en prepararse para escenarios específicos de interacción en caso de que las crisis regionales afecten a los intereses de Moscú y Pekín. El escenario más posible es una crisis en Asia Central y aunque los ejércitos de ambos países hayan hecho gran cantidad de trabajo preparatorio para coordinarse durante una posible crisis, no existe la certeza de que bajo estas circunstancias Moscú y Pekín fueran a tomar las decisiones políticas adecuadas y actuar de manera conjunta.
El segundo objetivo consiste en cambiar el actual formato de relaciones militares y estratégicas, en caso de que que haya cambios geopolíticos radicales a nivel global. Hipotéticamente se puede asumir que una crisis militar global podría empujar a los dos países a formar una alianza. Esto solo necesita una decisión formal porque el grueso del trabajo ya se ha realizado. Probablemente Moscú y Pekín ya hayan tomado en consideración esta posibilidad en sus planes ante una posible crisis. La fuerza de las relación chino-rusa a nivel militar aumenta la confianza de ambos países en un contexto de deterioro de relaciones con EE UU. (Jesús.R.G.)
Fuente: http://es.rbth.com/
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