Se trata de la solución más moderna de las barajadas por Argentina para comenzar a recuperar la capacidad operativa de su Fuerza Aérea, ya que engloba la incorporación en un plazo rápido de 24 aviones Super Tucano, los mismos que Estados Unidos adquirió recientemente para utilizar en Afganistán. Una mesa de ministros encargados de Seguridad y Defensa de Brasil y Argentina deberá incoporar el tema a su agenda de trabajo, enfocada en el combate al delito transfronterizo. La operación involucraría 300 millones de dólares y contaría con financiamiento del estatal BNDES (Banco Nacional de Desarrollo).
Disponibilidad inmediata, financiación y el relanzamiento de la
integración argentino-brasileña con un alto nivel de ambición, semejante
al que 30 años atrás pusieron en marcha los presidentes Raúl Alfonsín y
José Sarney cuando acordaron un esquema de cooperación en el campo
nuclear que erradicó la desconfianza binacional en el inicio del período
post-dictadura. Esas son las cartas del gobierno del presidente Michel Temer para
interesar a Argentina en el reequipamiento de su capacidad de vigilancia
áerea fronteriza a través de la incorporación de 24 Super Tucano A-29
biplaza equipados fabricados por Embraer, informaron fuentes con acceso a
la propuesta, que involucra unos US$ 300 millones y financiación por
parte del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social
(BNDES). La oferta, similar en precio a otras propuestas inferiores en calidad
que llegaron desde Estados Unidos (T-6 Texan II de Beechcraft Defense
Company), Francia (Mirage) e Israel (Kfir C10), contaría con un gran
valor agregado: el de incorporar a Argentina al programa de fabricación
de los cazas de origen sueco Gripen NG en Brasil, parte de un acuerdo
entre Estocolmo y Brasilia por US$ 5.400 millones firmado en el 2014.
El gobierno argentino ya ha expresado su interés en incorporarse a ese acuerdo a través de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA). La Fuerza Aérea Brasileña (FAB), el Ministerio de Defensa que lidera el respetado ex diputado Raúl Jungmann y el propio fabricante Embraer ya dieron su aval a la venta, que depende de una señal de interés concreto por parte del gobierno argentino. Por lo pronto, Temer, quien realizará este lunes su primera visita a Argentina como jefe de Estado de Brasil, sentará a sus ministros de Defensa y de Justicia, Raúl Jungmann y Alexandre de Moraes, éste último responsable también del control fronterizo a través de su subordinada Policía Federal, con sus pares Julio Martínez y Patricia Bullrich. Los ministros van a constituir una mesa de trabajo de combate al contrabando y delitos transanacionales que debe analizar también la integración en el campo de la defensa y la seguridad.
La fiscalización y la vigilancia transfronteriza es una obsesión del
empresariado brasileño y del gobierno de Temer, que busca integrar
también en esa tarea a Bolivia y Paraguay. Tras reunirse y almorzar con Macri en la Quinta de Olivos, Temer
partirá a Asunción para mantener reuniones con agendas similares junto a
su par Horacio Cartes. Un acuerdo de integración entre Argentina y Brasil en materia de
defensa que incorpore la provisión de los Super Tucano a la FAA, según
creen en el gobierno brasileño, sería un gran primer paso para la
construcción de un esquema conjunto para el cuidado de las fronteras
binacionales. También podría servir para reactivar plenamente a FAdeA a través de
un acuerdo con Embraer, al que ven como un gran canal de
comercialización de las aeronaves de entrenamiento Pampa, dando una
nueva energía al bloque Mercosur y a la integración bilateral.
Super Tucano
Es usado principalmente por la Fuerza Aérea Brasileña y la Fuerza
Aérea Colombiana. El 1 de marzo de 2008 una escuadrilla de aviones Super
Tucano de la Fuerza Aérea Colombiana participó en la "Operación Fénix"
en territorio ecuatoriano donde fue abatido Raúl Reyes, de las FARC-EP.
Al parecer en esta misión los Super Tucano usaron bombas Griffin-3
NG-LGB de guía láser y cohetes de 4 × 70 mm. El 22 de septiembre del 2010 nuevamente un escuadrón de aviones Super
Tucano de la Fuerza Aérea Colombiana participó en la "Operación
Sodoma", donde fue abatido Víctor Julio Suárez Rojas, alias "El Mono
Jojoy", un cabecilla de la organización FARC.
El Proyecto ALX fue creado entonces por la Fuerza Aérea Brasileña,
que también tenía la necesidad de un avión de entrenamiento militar, de
alta maniobrabilidad, fácil manejo y buen rendimiento en vuelo, a media y
baja altitud, para poder reemplazar al anterior Embraer EMB 326GB
Xavante. El proyecto del nuevo avión era adecuado para la región
amazónica, podía resistir alta temperaturas, humedad y precipitación,
amenazas bajas. El ALX se diseñó como un avión de alas rectas, de buen desempeño de
vuelo a media y baja altitud, con un motor turbohélice, un largo alcance
y autonomía de vuelo, que puede transportar 3 tanques de combustible
externos, 1 bajo el fuselaje central y 2 bajo las alas, que puede operar
en todo tipo de clima, durante la noche y de día, y capaz de aterrizar
en pistas de aterrizaje cortas, que carecen de mayor infraestructura,
aeropuertos comerciales, pistas de aterrizaje de segundo nivel,
carreteras y caminos de tierra. (Jesús.R.G.)
Fuente: http://www.defensasur.com.ar/
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