El caza ruso de quinta generación PAK-FA ya está casi listo y prueba sus armas.


El desarrollo del caza de quinta generación ruso que se conoce bajo su índice temporal T-50, o PAK-FA, ha entrado en su fase final, la de las pruebas de armas, con lo que puede afirmarse que el ambicioso programa de más de una década ha tenido éxito. Dos prototipos de cazabombarderos de quinta generación T-50 se utilizan en estos momentos para probar distintas configuraciones de armas en el centro de pruebas de Grómov, cerca de la ciudad de Zhukóvski, mientras que otros dos están realizando pruebas en el centro de ensayos Chkálov de la ciudad de Ajtiúbinsk, cerca de Astracán donde pronto comenzarán también los exámenes para el uso en situación de combate. 

El caza de quinta generación ruso T-50 realizó su primer vuelo hace más de cuatro años, el 29 de enero de 2010, y el tiempo trascurrido a partir de entonces ya es suficiente para llegar a algunas conclusiones sobre los resultados provisionales del programa en su conjunto, que se inició varios años antes de que el primer prototipo se alzara en su primer vuelo. Y quizá la principal conclusión es la de que el T-50 ha justificado las esperanzas puestas en él y el programa en general ha tenido éxito. Una evidencia inequívoca de ello es la admisión de la aeronave para la realización de las pruebas estatales y el inicio de las pruebas de armas. 

¿Cómo y por qué surgió el avión? 
La oficina de diseños Sukhoi comenzó el desarrollo de este aparato en 2000-2002, pero no desde cero. La base del nuevo desarrollo fueron los resultados de un estudio de I+D realizado en la Unión Soviética y luego en Rusia, desde principios de la década de 1980, cuando se planteó por primera vez ante la industria aeronáutica el objetivo a largo plazo de crear un avión de combate en sustitución de un perfecto y avanzado caza Su-27 (que además acababa de aparecer en aquel momento) y de todos los demás aviones de su generación. Es muy posible que la principal razón para ello fuera la misma historia del surgimiento del Su-27 y otros aviones de su familia, desarrollados 'en respuesta' a la aparición del pesado cazabombardero estadounidense F-15. 

Enfoque sistemático 
Un tema clave al diseñar el nuevo avión fue precisamente desarrollar un conjunto de equipos y armas que garantizara una superioridad cualitativa de la nueva aeronave ante sus potenciales adversarios principales. Desde un principio, la idea principal del T-50 fue alcanzar una mayor versatilidad que su principal rival, el F-22 Raptor. Todo lo contrario sucedió con el propio Raptor, que fue sometido, desde 2013, a posteriores modificaciones para adaptarlo al uso de distintas armas de ataque a tierra cuando la aeronave ya estaba desarrollada, con lo cual la configuración de sus compartimentos internos no permite que este avión use misiles pesados y de gran alcance, y por lo tanto más grandes. 

El T-50, que desde el principio de su concepción fue sometido a restricciones financieras más severas, hecho que le ha convertido inmediatamente en un 'soldado' multifuncional, fue concebido con dos espaciosos compartimientos internos de armas, haciendo su potencial de ataque mucho mayor. En particular, puede usar misiles de crucero tipo X-58UShKE de 250 kilómetros de alcance, especialmente diseñados para este avión. Además el diseño de esta aeronave permite portar armas en soportes externos, aumentando, eso sí, su visibilidad a los radares, al igual que en el caso del F-22. 

El camino por recorrer 

Ya se puede afirmar que a juzgar por la información disponible, el T-50 reúne los requisitos básicos para ser un caza de quinta generación, incluyendo el sigilo, la maniobrabilidad y la velocidad de crucero supersónica. Actualmente se lleva cabo la actualización del sistema de control electrónico y de los sistemas de lucha radioelectrónica. De momento, la interrogante más grande es el motor. Actualmente, el T-50 está equipado con dos AL-41F1, también conocidos como 'artículo 117', con un empuje de postcombustión de 15.000 kgf. Estos motores proporcionan velocidad de crucero supersónica y una relación empuje/peso de 1,15 con un peso de despegue normal de la aeronave (26,5 toneladas). 

Sin embargo, el motor principal del avión será el producto conocido como 'artículo 129', con 18.000 kgf de empuje, lo cual proporcionará al T-50 una relación empuje/peso de 1,3 y características dinámicas y de maniobrabilidad sorprendentes. La fecha de fabricación de este motor en serie sigue siendo una incógnita, pero no es el primer caso en el que un avión avanzado nace con unos motores obsoletos. Bastaría con recordar el interceptor embarcado estadounidense F-14A, cuyo débil motor de su primera etapa no le impidió convertirse con el tiempo en uno de los mejores interceptores del mundo. En este contexto, el actual motor del T-50 responde a sus objetivos de manera bastante digna. Los primeros cazabombarderos de quinta generación fabricados en serie llegarán los centros de pruebas de vuelo en Ajtíubinsk y en la base aérea de Lípetsk en 2016. 


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