"Un segundo portaaviones chino disuadiría a EE.UU. de una intervención militar en Asia".


El plan de China para acelerar la construcción de su segundo portaaviones es "una medida prudente", que serviría como elemento disuasorio contra el "aventurerismo militar" de EE.UU. en la región de Asia–Pacífico, afirman los expertos. "[La cuestión] es qué significan los portaaviones. ¿Están destinados a la ofensiva o tienen una función disuasoria? El hecho de que esté impidiendo el estallido de la guerra es algo bueno, y en la situación en la que se encuentra China, rodeada por bases estadounidenses y en disputa territorial con algunos vecinos, parece una medida prudente", declaró Kim Petersen, coeditor de la revista 'Dissident Voice' a Press TV este miércoles. 

"China está considerando ahora elevar el número de sus portaaviones a dos, siendo así su flota exactamente la misma que la de Japón pero mucho menor que la de EE.UU. Dado que EE.UU. tiene diez portaaviones no debería tener nada de que quejarse", añadió. No obstante, según un artículo publicado en la versión digital del diario estadounidense 'Stars and Stripes', la Marina de EE.UU. está preocupada por la aceleración en la construcción del segundo portaaviones chino. "Durante décadas, la Marina de EE.UU. ha controlado las vías marítimas del mundo, tanto por su tamaño como por su poderío. Sin embargo, China parece estar preparándose para desafiar la supremacía de EE.UU. acelerando la construcción de un segundo portaaviones", recoge el artículo. De otro lado, Pekín anunció el mes pasado sus planes para construir más buques de guerra. Su primer portaaviones, el Liaoning en Dalian, fue puesto en servicio hace dos años. Ello, en opinión de altos mandos navales de EE.UU., supone que China está construyendo una flota de alta mar capaz de llevar a cabo misiones largas a través de los océanos y proyectar su poder incluso en zonas muy alejadas de su territorio. 


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