Rusia advierte sobre un ataque militar contra Siria.



El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Mijaíl Bogdanov, advierte de que un supuesto uso de armas químicas en Siria no debe utilizarse como pretexto para una injerencia armada en el país, e insta a impedir que se repita la trágica experiencia de la invasión estadounidense de Irak en 2003. 

El diplomático ruso, quien se encuentra desde el jueves en Beirut, capital libanesa, exige que se demuestre con datos y documentos el posible uso de armas químicas en Siria, y reprueba las informaciones falsas de algunos medios de comunicación. "Hay que confirmar esa información inmediatamente y en conformidad con los criterios internacionales y no utilizarlas para alcanzar otros objetivos. No deben ser un pretexto para una intervención en Siria", ha precisado el emisario especial de Rusia en el Oriente Medio. El jueves pasado, Estados Unidos acusó por primera vez a Damasco de usar armas químicas en pequeñas cantidades, aunque subrayó que sus informaciones no eran suficientes para tener una certeza absoluta. El presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió al Gobierno sirio de que un posible uso de armas químicas por parte de las fuerzas de seguridad sirias provocaría un cambio en las reglas de juego del conflicto. 

Por su parte, el diplomático ruso insiste en la necesidad de conocer la verdad y “no basarse en informaciones difundidas por los medios de comunicación que no se basan en los hechos”, ha declarado el funcionario ruso durante una entrevista concedida a la cadena libanesa en árabe Al Manar. "Nosotros tenemos la experiencia en el pasado de una intervención violenta en los asuntos iraquíes con el pretexto de que había armas de destrucción masiva (en Irak), y al final, eso resultó ser falso", recuerda, refiriéndose a la invasión liderada por Estados Unidos a Irak en 2003. Mientras EE.UU. y algunos de sus aliados europeos alegan la existencia de pruebas sobre un supuesto uso de armas prohibidas por parte del Gobierno sirio, el ministro de Información de ese país, Omran al-Zoubi, ha rechazado las acusaciones asegurando que Damasco no utiliza armas químicas contra los grupos armados. Desde hace más de dos años Siria vive sumida en una brutal violencia orquestada desde el extranjero. Los países regionales y occidentales, entre ellos Arabia Saudí, Turquía, Catar y EE.UU., apoyan abiertamente a las bandas terroristas que buscan derrocar al presidente sirio, Bashar al-Asad. 

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