EE.UU. intenta evitar que la Siria sin Assad se convierta en otro Irak.

Evitar una implosión de Siria como la sufrida por Irak tras la caída de Sadam Husein en 2003 es el objetivo de los planes que está elaborando Estados Unidos para cuando el presidente Bashar Al Assad sea apartado del poder. Esos planes, de acuerdo con la política mantenida por la Casa Blanca, no contemplan ninguna intervención armada, sino la asistencia de refugiados en los límites fronterizos sirios, así como el asesoramiento de los grupos rebeldes para que su venganza sea mínima, respetando gran parte de la estructura del Ejército, Policía y Administración. Así lo indicó hoy «The New York Times» citando fuentes del Departamento de Estado norteamericano y del Pentágono, que desconocen si la caída de Al Assad será cuestión de semanas o de meses. La experiencia de Irak es que al derrocamiento de Sadam Husein le siguió equivocadamente el desmantelamiento de casi todos los niveles de poder y burocracia, lo que provocó un gran vacío de autoridad y sembró la simiente de una persistente insurgencia que atrajo el radicalismo de Al Qaida. 

«No queremos que disuelvan todas las instituciones», dijeron al diario fuentes oficiales estadounidenses. Aunque el presidente Barack Obama ha descartado una intervención militar, los planes de contingencia que está elaborando el Pentágono contemplan la posibilidad de que tropas de EE.UU. colaboren con fuerzas de la OTAN o de los aliados en la zona para controlar el flujo de refugiados que pueden desbordar las fronteras de Siria. También podría haber unidades destinadas a asegurar que los arsenales de armas químicas de Al Assad no sufren ataques o caen en manos de grupos radicales. El riego de implosión de Siria se considera aún mayor que en el caso de Irak, pues sus divisiones tribales y étnicas son incluso más grandes que en ese otro país. De ahí la urgencia de los planes para evitar el completo colapso del país y asegurar la viabilidad de una transición. De momento, lo más inmediato ha sido el envío de alimentos y material de asistencia médica básica a la frontera de Turquía con Siria.

Estados Unidos se propone tener especial cuidado de que esos movimientos en previsión de una situación sin Al Assad sean vistos por la oposición siria como un intento de injerencia en asuntos internos. Algunas advertencias ya han llegado de grupos sirios que también están elaborando una planificación para la transición. Las previsiones del Departamento de Estado y del Pentágono se han acelerado desde que en el último mes las perspectivas de una solución negociada del conflicto se han oscurecido. La negativa de China y Rusia a aplicar nuevas sanciones y la renuncia de Kofi Annan como mediador internacional han agotado la vía diplomática, según el parecer de Washington.

Fuente: http://www.abc.es/