UAV españoles formarán parte del nuevo sistema de vigilancia terrestre de la OTAN en Afganistán.

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha confirmado que España formará parte del nuevo sistema de vigilancia terrestre (AGS) que la OTAN quiere poner en marcha a partir de 2015 en Afganistán. Según el ministro, en un primer momento lo hará mediante la aportación de recursos económicos, pero con el objetivo de incorporarse después con sus propias plataformas de vigilancia aérea. Morenés ha asegurado a la cadena SER que  ya se está trabajando en el modo de “tratar de tener” las plataformas de vigilancia aérea, o aviones no tripulados, esenciales para el nuevo programa, de los que ahora carece:  “Cuando las tengamos, probablemente en vez de aportar recursos económicos, aportaremos nuestras propias plataformas”, subrayó.  Señaló que ya hay dos programas en desarrollo, uno vinculado al consorcio europeo EADS y otro al grupo español INDRA, aunque no ha revelado en qué fases se encuentran ambos proyectos, aunque sí ha asegurado que el Ministerio va a estar “muy vigilante”.

Indra ha liderado, junto a EADS, la puesta en servicio del primer sistema de UAVs tácticos que el Ejército Español ha utilizado en un escenario de operaciones real: el PASI – Plataforma Autónoma Sensorizada de Inteligencia –, basado en el UAV Searcher MK III. La compañía también ha desarrollado un sistema táctico basado en aeronaves de ala fija, denominado Albhatros, y el sistema de mini-UAVs Mantis. Dentro del programa Atlante que desarrolla un sistema de UAV táctico de largo alcance, liderado por EADS, Indra desarrolla los sistemas de comunicaciones, los sensores electro-ópticos, el identificador (IFF), el localizador y el software de explotación de imágenes. Asimismo, la empresa, con el seguimiento del Ministerio de Defensa, puso  en marcha el proyecto de I+D “Pelicano”, un helicóptero no tripulado de 200 kilos que estará listo a finales de este año y que quiere ser uno de los primeros del mundo capaz de responder a las necesidades derivadas de las operaciones navales de cualquier Armada.

Su diseño ha sido pensado inicialmente para desempeñar misiones de vigilancia, control del tráfico marítimo, control de fronteras y apoyo en operaciones de rescate. Sin embargo, una vez la normativa permita que aeronaves tripuladas y no tripuladas compartan espacio aéreo, el sistema Pelícano podrá desempeñar otras funciones, como, por ejemplo, dar apoyo en situaciones de emergencias o vigilar infraestructuras, entre otras tareas. Por su parte, EADS, con varios proyectos en marcha, es, a través de Cassidian, un referente en este campo. Decenas de empresas colaboran en sus programas, como el Atlante, el Neuron o el Talarion.

Fuente: http://www.defensa.com/

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