El momento más duro para España en Afganistán: sólo los afganos protegen las posiciones españolas, ahora replegadas tras el abandono de la zona por parte de EE.UU..

Las tropas españolas desplegadas en Afganistán afrontan uno de los momentos clave de la misión. La insurgencia presente en la zona española comienza su campaña de hostigamientos, mientras las tropas norteamericanas abandonan la zona. Pero también hay datos esperanzadores. 

“Esta será nuestra prueba más dura” aseguran a El Confidencial Digital fuentes militares involucradas en tareas de coordinación y estrategia de la misión española en el país centroasiático. Los datos que tiene en sus manos la cúpula de las Fuerzas Armadas indican que esta primavera “será muy caliente”, en términos referidos a la actividad de la insurgencia. Se espera, incluso, que más que cualquier otro año de misión.

Retirada de EE.UU.
Hay un aspecto clave para las fuentes militares consultadas por ECD, y es la retirada de las tropas estadounidenses que patrullaban hasta ahora por la provincia de Badghis, y que se ocupaban de uno de los puestos avanzados más conflictivos, el de Muqur. Badghis, al ser una de las provincias con menor índice ataques de la insurgencia, ha sido una de las primeras del repliegue estadounidense diseñado por el gobierno de Barak Obama. La retirada de los primeros efectivos comenzó en noviembre de 2011, con la salida de 200 militares de la provincia.

Las fuentes consultadas aseguran que las tropas y bases de EE.UU. en Badghis “hacían de tapón para los insurgentes del norte, en la ruta de Bala Murghab, donde la presencia de elementos narcoterroristas es bastante importante”. Algo de lo que ya se advertía a ECD hace meses por parte de expertos militares. Además, las tropas españolas abandonan el puesto avanzado en el paso de Sang Atesh, una de las principales vías de tránsito de las redes de narcotráfico y de la insurgencia presente en la provincia, que hasta ahora se había mantenido segura gracias a la acción, despliegue y patrullas de las tropas españolas. Ahora pasan a depender del Ejército Nacional Afgano.

Crisis por el asesinato de civiles
Además, a estas circunstancias habría que sumar la grave crisis que atraviesa la misión de la ISAF después de que un militar estadounidense abriese fuego y asesinase a 16 civiles –entre ellos nueve niños- y luego quemase sus cuerpos en las cercanías de la base de Kandahar. Este último suceso, unido a la quema de coranes que se produjo hace unas semanas, “ha ayudado a echar más leña al fuego”, incitando a las venganzas de la insurgencia, y a que la población comience a “replantearse su apoyo” a las tropas internacionales. “Hemos retrocedido años de trabajo en ese aspecto” asegura fuentes consultadas en el Cuartel General de Tierra.

Sin embargo, las fuentes consultadas aseguran que España mantiene una relación bastante cordial con la población, donde las tropas nacionales nunca han protagonizado ningún escándalo. La provincia, además, es la que tiene el mayor índice de reinserción de luchadores talibanes.

Fuente: http://elconfidencialdigital.com

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