El nuevo Ministro de Defensa brasileño, Celso Amorim, apoya la elección del Rafale, en contra a la cúpula mayor de la FAB.

Saab JAS 39 Gripen NG

Dassault, la empresa francesa que fabrica los cazas Rafale, puede haber ganado un aliado importante en la disputa sobre la venta de 36 aviones de combate a la Fuerza Aérea Brasileña. Celso Amorim, que sucederá a Nelson Jobim en el Ministerio de Defensa, ha expresado su apoyo público a los aviones franceses en varias ocasiones, cuando fue canciller del gobierno de Lula.

La compra del caza era uno de los temas más controvertidos del gobierno anterior. Con un valor de $7 mil millones de dólares , la oferta fue suspendida por la presidente Rousseff en el inicio de su mandato. El argumento es que, en un año de ajuste fiscal, no había el "clima" para que el proceso continuase.

Su padrino político, Lula, y el mismo Amorim defendieron, varias veces, la elección de los Rafale. Los argumentos en apoyo de la caza francés no sólo se basaban en la propuesta de transferencia de tecnología - algo que los competidores del Rafale ofrecen con restricciones - pero, sobre todo, un cambio de apoyo político de Francia a las intenciones de Brasil a ocupar puestos importantes en organizaciones internacionales.

Boeing F/A-18F Super Hornet

Controversia
La opción por los Rafale, sin embargo, no es un consenso, incluso entre la cumbre de las Fuerzas Armadas. Un informe del Comando de la Fuerza Aérea Brasileña menciona, por ejemplo, que la mejor opción es el caza avanzado Gripen NG, de la compañía sueca Saab.

Para tener una idea del clima de polarización, Amorim, canciller brasileño entonces, incluso declaró en enero del año pasado, que la compra de los cazas era "una decisión política".

Dassault Rafale

Ahora, como ministro de Defensa, podrá utilizar su influencia para seguir defendiendo el caza de los franceses, con la presidente Dilma. El problema es que la política exterior de Brasil ha cambiado de rumbo, ahora dirigido por Antonio Patriota. Y Dilma ya había expresado su intención de revisar el proceso de compra - con una inclinación personal expresada por los cazas de combate de Boeing, los F/A-18 Super Hornet.

La batalla por el negocio más grande en juego en la defensa brasileña entrará en una nueva fase. Y Dassault espera que Amorim se encuentre todavía en la cabina de su caza. 

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